Vida Moderna
Revelador estudio advierte que no defecar en tres días puede causar serias afectaciones en el cerebro
El hecho de no expulsar heces en más de 72 horas genera que la salud cognitiva se vea comprometida.
Sin lugar a dudas, ir al baño y defecar correctamente es un indicio de una correcta salud digestiva. Por lo tanto, el estreñimiento es un elemento negativo, el cual puede ser altamente peligroso si no se acude al baño durante tres días o más, según lo revelado por un reciente estudio.
Un grupo de científicos de la Asociación de Alzheimer de Amsterdam dieron a conocer en una conferencia internacional los peligros que conlleva no defecar después de tres días, generando un impacto importante en lo que compete al deterioro cognitivo. Los autores definieron el estreñimiento crónico como aquel fenómeno de ir al baño después de 72 horas o más, representando un riesgo de padecer un mayor deterioro cognitivo en un 73 %.
Con base a las cifras del informe, aproximadamente el 16 % de la población adulta mundial padece esta condición, pero es principalmente común en adultos mayores por el hecho de que son la población más propensa a experimentarla. Las razones son la edad, falta de ejercicio y poca alimentación de fibra en la dieta.
De igual manera, los expertos indicaron que el estreñimiento crónico está fuertemente relacionado con la inflamación y desarrollo de trastornos mentales a corto y largo plazo, los cuales terminan desembocando en depresión y ansiedad. Además, la salud digestiva se empieza a complicar significativamente.
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Al hablar de función cognitiva, los científicos delimitaron el concepto a la capacidad mental de las personas para aprender, pensar, razonar, resolver problemas, tomar decisiones, recordar o prestar atención a su alrededor. Pues bien, todas estas acciones de carácter normal en humanos se ven perjudicados al postergar varios días los momentos para expulsar las necesidades.
Los autores tomaron como muestra a 112 mil adultos pertenecientes a las bases de datos de las investigaciones Nurses’ Health Study, Nurses’ Health Study II y Health Proffessionals Follow - Up Study. Los dos primeros informes evaluaron los factores de riesgo de las enfermedades crónicas más frecuentes en mujeres de Estados Unidos, mientras que el tercero se basa exclusivamente en las mismas directrices pero en hombres.
En ese orden de ideas, los investigadores tuvieron a su disposición información de 2012, 2013, 2014, 2017 y 2018. En todos estos años, pusieron una serie de pruebas cognitivas a los pacientes con base a los tiempos que disponían para defecar. Los autores entonces comprobaron que los pacientes con estreñimiento tuvieron una condición cognitiva peor que los que acuden al baño frecuente.
También hallaron un mayor riesgo entre los que iban más de dos veces al día, aunque el incremento de esa probabilidad era pequeño. Por lo cual, el principal hallazgo es que aunque parezcan alejados, el sistema digestivo guarda una relación importante con la parte cerebral.
Los investigadores encontraron que las personas con deposiciones infrecuentes representaron una peor función cognitiva, por el hecho que las bacterias positivas terminaron produciendo en menor medida butiratos, un compuesto encargado de mantener la barrera intestinal en óptimas condiciones al impedir que agentes dañinos y otros microbios afecten el torrente sanguíneo.
Los butiratos contribuyen en gran medida a la salud digestiva, dado que proporcionan la principal fuente de energía para las células del colon. Pueden encontrarse en alimentos ricos en fibra, suplementos de fibra, probióticos y productos lácteos enteros, consumidos con moderación, como la mantequilla, el queso o la leche.
En ese orden de ideas, los pacientes que defecaron irregularmente experimentaron la presencia de bacterias que favorecieron a la inflamación, relacionados directamente con una condición médica denominada disbiosis, la cual responde a un desequilibrio de microbiota intestinal.
Finalmente y bajo estos resultados, el consejo de la investigación es acudir al baño a eliminar las necesidades entre uno a dos días como máximo. De lo contrario, el cuerpo afectará la salud cognitiva.