Vida Moderna
¿Qué beneficios tiene el yodo para la salud?
Este elemento puede llevar a efectos muy positivos en beneficio del cuerpo humano.
El yodo es un elemento químico, cuyo símbolo en la tabla periódica es “I”. Su número atómico es el 53 y se dio a conocer al mundo por un hallazgo en las cenizas de algas marinas, exactamente en el siglo 19. Frente a las versiones que ratifican al yodo como un mineral, no se está en lo cierto, pero igual trae beneficios muy positivos para la salud.
Este elemento se encuentra en pequeñas cantidades, precisamente dentro del agua del mar y, además, varios alimentos tienen una cuota importante del mismo. Es muy necesario en el proceso sistemático del cuerpo humano, dado que su aparición es vital para que las células transformen en energía los alimentos consumidos y, añadiéndole otro atributo, se requiere absorber yodo para el funcionamiento óptimo de la glándula tiroides.
La falta de yodo, infortunadamente, conduce a efectos muy negativos como el hipotiroidismo, dificultad que hace referencia a la deficiente producción de hormonas tiroideas para cumplir con la operatividad del cuerpo. Esto lleva a una disfunción del órgano y lleva a fatiga extrema, sobrepeso, proliferación celular y disminución del metabolismo.
La necesidad del yodo es vital en la infancia, pues el rico contenido de este elemento le brinda hormonas suficientes para un “desarrollo apropiado de los huesos y el cerebro durante el embarazo y la infancia”, tal como señala National Institutes of Health a través de un artículo científico.
Tendencias
“El consumo de yodo en cantidades suficientes es importante para todos, en especial, para los bebés y las embarazadas”, indica la fuente citada, que sugiere el consumo de 150 microgramos para adultos, así como 290 mcg. para mujeres y adolescentes que están en proceso de lactación.
Alimentos que contienen yodo
En cuanto a los productos alimenticios que puedan brindar esa cuota de yodo, todos los derivados del pescado, mariscos, algas marinas y camarones brindan un gran aporte de dicho elemento, lógicamente en el tema de que provienen del mar.
Además, los productos lácteos, tales como leche, yogur y queso, además de los huevos, son una gran fuente de yodo, de acuerdo con el artículo citado. Es recomendable la leche deslactosada y condensada en polvo.
Están las verduras implicadas en el listado de alimentos beneficiosos. Por ejemplo, consumir espinacas, acelgas, cebolla, ajo, remolacha, pepino verde y judías verdes aporta a esta causa.
Existe otra fuente interesante de yodo, que se trata de la sal yodada. No es tan fácil de conseguir, pero su aporte es muy significativo para estimular el metabolismo en cuanto a la glándula de tiroides.
¿Qué pasa al no recibir yodo?
Si se abstiene de comer productos que tengan yodo, varias de las consecuencias radican en “retrasos en el crecimiento, discapacidad intelectual y desarrollo sexual tardío”.
Además, la carencia de yodo puede derivar en que el coeficiente intelectual de los bebés y niños sea mucho menor al deseado en cuanto a su función cognitiva, así como dificultades en la atención para los adultos en sus respectivos quehaceres.
Otro inconveniente radica en consumir yodo en exceso. Según expertos, las dosis elevadas podrían derivar en los mismos efectos que al tener deficiencias del mencionado elemento, así suene ilógico. El lío está en que puede haber una inflamación de la glándula, y en circunstancias más graves, desataría cáncer de tiroides.
En cuanto a sobrepasar ese límite de yodo en el cuerpo, sus síntomas van en la fiebre, los fuertes dolores de estómago, náuseas, diarrea, ardor en varias partes del cuerpo, pulso débil y hasta el coma.