Vehículos
¿Son seguras sus llantas para la lluvia? Así puede revisar los neumáticos de su moto
Con la llegada de la temporada de lluvias, los neumáticos juegan un papel fundamental en la seguridad.


En Colombia, las motos no son solo un medio de transporte: para millones de personas son su herramienta de trabajo, su acompañante diario y, en muchos casos, el vehículo que mueve a toda la familia.
Su bajo costo de mantenimiento, economía en combustible y agilidad en el tráfico han hecho que, en las últimas décadas, este tipo de vehículo se multiplique en calles y carreteras de todo el país.
Con ese crecimiento también han surgido comunidades sólidas de motociclistas, conocidas por su sentido de hermandad. No es raro ver cómo un grupo de moteros se detiene para ayudar a un colega con una avería, brindar compañía en trayectos peligrosos o unirse para mejorar la seguridad en la vía.
Sin embargo, hay un elemento que, aunque crucial, a veces pasa desapercibido en medio de la camaradería: el estado de las llantas.
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Y es que con la llegada de la temporada de lluvias, los neumáticos juegan un papel fundamental en la seguridad. Las llamadas llantas para lluvia —o neumáticos diseñados para condiciones húmedas— están fabricadas para mantener un agarre óptimo incluso cuando el pavimento está mojado.

Su efectividad se debe a tres elementos clave:
- Goma de mayor flexibilidad: Estas llantas están fabricadas con un material que, incluso en temperaturas bajas, mantiene su elasticidad, lo que favorece una mejor tracción en pisos mojados.
- Diseño optimizado de la banda de rodadura: Incorporan canales y surcos profundos que permiten evacuar el agua con rapidez, minimizando el riesgo de deslizamiento y mejorando la estabilidad en la conducción.
- Ranuras adicionales (lamelaciones): Pequeños cortes en la superficie de la llanta que incrementan el contacto con el asfalto, aportando un agarre más firme y mayor seguridad en condiciones de lluvia.
Para los motociclistas, revisar sus llantas antes de salir no debería ser un simple hábito, sino un protocolo de seguridad. Inspeccionar la profundidad del labrado, verificar que no existan cortes o deformaciones, y asegurarse de que la presión sea la correcta, puede marcar la diferencia entre un trayecto seguro y un accidente.
En un país donde la moto es sinónimo de independencia y movilidad, entender que el neumático es el único punto de contacto con el suelo es vital. Las lluvias no tienen por qué convertirse en un enemigo, siempre que el conductor esté preparado y su máquina cuente con los elementos adecuados para enfrentar el asfalto mojado.