Vehículos
¿Qué pasa si se enciende el testigo en forma de herradura con un signo de admiración en su interior?
Este testigo es clave y entender lo que quiere indicar es clave para garantizar la seguridad del conductor y sus acompañantes.


Si alguna vez se ha encendido un ícono en forma de herradura con un signo de exclamación en el tablero del automóvil, probablemente se trate del TPMS, sigla utilizada para referirse al Tire Pressure Monitoring System, o en español, Sistema de Monitoreo de Presión de Neumáticos.
Esta herramienta se ha convertido en un elemento esencial en los vehículos modernos, tanto por motivos de seguridad como de eficiencia.
¿Qué es el TPMS y cómo funciona?
El TPMS es un sistema diseñado para controlar en tiempo real la presión del aire en los neumáticos de un vehículo. Cuando detecta que uno o más neumáticos tienen una presión por debajo del nivel recomendado por el fabricante, envía una alerta al conductor a través del panel de instrumentos.

Existen dos tipos principales de TPMS:
- TPMS directo: Utiliza sensores montados en el interior de cada neumático, generalmente en la válvula, para medir la presión de aire. Estos sensores transmiten la información al sistema central del vehículo por señal inalámbrica.
- TPMS indirecto: No mide directamente la presión, sino que utiliza los sensores del sistema de frenos ABS para detectar diferencias en la velocidad de rotación de las ruedas. Una rueda que gira más rápido puede indicar menor presión.
- Ambos sistemas tienen sus ventajas. El TPMS directo es más preciso, mientras que el indirecto requiere menos mantenimiento.
¿Por qué es importante el TPMS?
El TPMS no solo previene accidentes, también ayuda a mejorar el rendimiento del vehículo. Según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de EE. UU. (NHTSA), conducir con neumáticos desinflados puede:
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- Reducir el ahorro de combustible hasta en un 3,3 %.
- Aumente la distancia de frenado.
- Disminuir la vida útil del neumático.
- Incrementar el riesgo de un reventón, especialmente en carretera.
Además, la NHTSA estima que más de 700 accidentes por año en Estados Unidos están relacionados con neumáticos en mal estado o con presión inadecuada. Desde el año 2008, todos los vehículos nuevos vendidos en ese país están obligados a incluir un sistema TPMS de fábrica.
Indicadores comunes del TPMS
Cuando el TPMS detecta un problema, el conductor puede notar:
- Una luz amarilla en forma de herradura con un signo de exclamación (!) .
- En algunos modelos, un mensaje adicional en la pantalla indicando qué neumático está afectado.
- En vehículos con TPMS directo, a veces se muestra la presión exacta de cada neumático.
Es importante no ignorar estas señales, ya que pueden indicar tanto una pérdida gradual como un pinchazo repentino.
¿Qué hacer si se enciende la luz del TPMS?
- Verifique la presión de los neumáticos con un manómetro confiable.
- Inflar los neumáticos según las especificaciones del fabricante (normalmente indicadas en la puerta del conductor o el manual del vehículo).
- Revisar si la luz del TPMS se apaga tras corregir la presión. En algunos casos puede ser necesario reiniciar el sistema manualmente.
- Si la luz persiste, puede haber un problema en los sensores y se recomienda acudir a un taller especializado.

Mantenimiento del TPMS
Aunque es un sistema confiable, el TPMS requiere mantenimiento periódico. Los sensores de presión, especialmente en sistemas directos, funcionan con baterías que suelen durar entre 5 y 10 años. Cuando estas se agotan, es necesario reemplazar el sensor completo.
Además, durante los cambios de neumáticos o servicios de alineación, es recomendable solicitar una revisión del sistema TPMS.