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Por qué explota la llanta de un carro: causas y consecuencias de uno de los eventos más peligrosos para cualquier conductor
Una de las principales hipótesis del accidente en el que murió el futbolista portugués Diogo Jota es precisamente el estallido de un neumático.


El estallido de un neumático es uno de los eventos más peligrosos que pueden ocurrir durante la conducción. Este fenómeno, también conocido como blowout en inglés, ocurre cuando un neumático se rompe súbitamente, liberando violentamente el aire a presión de su interior.
Las causas son múltiples, pero casi siempre tienen que ver con falta de mantenimiento, errores humanos o condiciones extremas de la vía. Las consecuencias, por su parte, pueden ir desde daños menores hasta accidentes fatales.

Principales causas del estallido de un neumático
Presión inadecuada del aire
Una de las principales causas del estallido de una llanta es la presión incorrecta. Tanto el exceso como la falta de aire pueden generar condiciones de riesgo.
Según Michelin, cuando un neumático está inflado por debajo de su presión recomendada, aumenta el contacto con el pavimento, lo que eleva la temperatura interna. Esta acumulación de calor puede debilitar la estructura del neumático y provocar su ruptura. Por el contrario, una presión excesiva puede hacer que el caucho se vuelva más rígido y menos flexible ante impactos, lo que facilita el estallido.
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Desgaste excesivo o irregular
Un neumático desgastado pierde la capacidad de absorber impactos y distribuir las cargas de manera uniforme. Según Bridgestone, los surcos desgastados disminuyen la tracción, reducen la capacidad de disipar calor y aumentan el riesgo de ruptura, especialmente a altas velocidades o con carga elevada.
Además, el desgaste irregular causado por una mala alineación o una suspensión defectuosa también puede generar puntos débiles en la estructura del neumático.

Golpes con objetos o baches
Impactos severos con bordillos, piedras, huecos o baches pueden causar daños internos en la llanta que, a simple vista, no se detectan. Estos daños latentes pueden manifestarse como un estallido repentino, incluso días después del golpe.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras de EE. UU. (NHTSA) advierte que muchos estallidos ocurren por debilidades estructurales causadas por impactos anteriores.
Sobrepeso o carga mal distribuida
Llevar peso superior al recomendado para el vehículo o distribuirlo de forma desigual ejerce presión adicional sobre ciertas llantas. Esta sobrecarga incrementa la temperatura del neumático, lo que puede llevar a su fallo. En vehículos de carga, esta situación es aún más crítica.
Altas temperaturas ambientales
Las condiciones climáticas extremas también influyen. En climas calurosos, el asfalto caliente combinado con neumáticos mal inflados o en mal estado puede desencadenar un estallido. En Colombia, donde algunas zonas alcanzan altas temperaturas, este factor no debe subestimarse.
Consecuencias de un neumático estallado
El estallido de una llanta puede tener consecuencias inmediatas y graves, especialmente si ocurre a alta velocidad:
- Pérdida de control: el conductor puede perder la estabilidad del vehículo, lo que puede derivar en derrapes o salidas de la vía.
- Volcamiento: en vehículos altos como camionetas o camiones, un estallido puede provocar un vuelco.
- Colisiones múltiples: en carretera, un estallido repentino puede desencadenar una reacción en cadena si el conductor frena bruscamente o invade otro carril.
- Daños mecánicos: la ruptura violenta de un neumático puede dañar la suspensión, el rin o el sistema de frenos.

Cómo prevenir un estallido de neumático
Para evitar esta situación peligrosa, se recomienda:
- Revisar la presión de los neumáticos al menos una vez por semana y antes de viajes largos.
- Cambiar los neumáticos cuando su profundidad de labrado sea inferior a 1.6 mm.
- Evitar golpes con bordillos, baches o piedras.
- No sobrecargar el vehículo.
- Rotar los neumáticos cada 10.000 km.
- Verificar el estado de la alineación y suspensión.