El enemigo silencioso de los carros eléctricos: está presente en casi todas las vías y muchos se quejan por su uso exagerado

La falta de infraestructura energética es uno de los principales problemas que tiene la industria de los vehículos eléctricos en América Latina, detalle no menor, si se tiene en cuenta el auge que han tenido estos autos en el continente.

Aunque las ventas en este segmento van en aumento, los resultados podrían ser mucho mejores si los gobiernos se enfocarán en impulsar políticas para que esta industria termine de acoplarse y se convierta en una alternativa que otorgue total confianza para los consumidores.

Además de este obstáculo, las vías y el estado de ellas también han jugado un papel clave para el cuidado y mantenimiento de estos autos que resultan ser mucho más delicados que los tradicionales carros a combustión.

Huecos y baches, otro riesgo para los carros eléctricos

En general, los fabricantes de carros eléctricos instalan los paneles de baterías aprovechando el espacio en el suelo del vehículo, pues al no necesitar la enorme cantidad de componentes requiere un carro con motor a combustión, puede disponer de este lugar para la ubicación de sus pilas.

Justamente esto ha hecho que en países donde la malla vial no es la mejor y hay huecos, baches, sobresaltos, reductores de velocidad o los llamados ‘policías acostados’, los vehículos eléctricos se vean expuestos a un riesgo mucho mayor.

Desde Brasil, país con características sociales muy parecidas a las colombianas y en el que hay zonas donde las carreteras no están en las mejores condiciones, han levantado la mano y puesto sobre la mesa como esta arquitectura de los autos a pilas puede resultar nociva si no se tiene el cuidado requerido.

El medio brasileño Noticias Automotivas puso sobre la mesa un par de casos de clientes de vehículos eléctricos que tuvieron que pagar millonarios arreglos por cuenta de los golpes o roces que sus autos tuvieron en la parte inferior, justamente donde se ubican los paneles de baterías.

Y aunque golpear un carro por debajo con un andén, un reductor de velocidad o un policía acostado puede ser incómodo y molesto, para un carro a combustión no representa tanto peligro como para uno que funciona con pilas, pues un daño en el sistema de baterías significa que el carro quedará inservible mientas se repara, algo que podría resultar ser demasiado costoso.

El citado portal menciona el caso de un BMW iXDrive 50 Sport, el cual, por cuenta de estos elementos instalados en las vías o por el mal estado de la misma, sufrió un daño considerable en la celda de energía.

Este auto de alta gama puede costar, en Brasil, un poco más de 656 millones de pesos y, según la publicación de Noticias Automotivas, su reparación estaba cotizada en 670 millones de pesos, precio superior al del vehículo, situación que no es nada alentadora para alguien que se ve expuesto a un daño como estos.

En esta misma línea, también se menciona lo sucedido con un Fiat 500e cuyo dueño tuvo que sacar de su bolsillo 177 millones de pesos para reparar un daño en las baterías causado por un golpe; esta cifra resulta ser escandalosa si se tiene en cuenta que para 2022, época en la que sucedieron los hechos, el auto, cero kilómetros, costaba casi 158 millones de pesos.

Al respecto, el profesor de Ingeniería Mecánica de la FEI, Cleber Willian Gomes, le dijo a Noticias Automotivas que es necesario verificar la altura de los vehículos según la zona donde se piensa realizar la compra.

“En general, la condición de las carreteras y vías públicas en Brasil exige que la altura entre el pavimento y el vehículo sea mayor que en otras regiones, debido a baches, zanjas y reductores de velocidad”, explicó el experto, algo que va en sintonía con la preferencia de vehículos tipo SUV o camionetas dentro del mercado, mismo fenómeno que se vive en Colombia.