Vehículos
Cómo lavar una moto de forma correcta y sin dañar alguno de sus componentes
Productos especiales y un paso a paso es especial son claves para evitar daños en el proceso.


Lavar una moto no es solo cuestión de estética, también se trata de una rutina esencial para prolongar la vida útil del vehículo, prevenir el desgaste de sus componentes y garantizar un rendimiento óptimo.
Sin embargo, hacerlo de manera incorrecta puede ser contraproducente, pues hay elementos que están expuestos y que al entrar en contacto con jabones, químicos o agua pueden resultar averiados.
¿Por qué es importante lavar bien la moto?
Las motos están constantemente expuestas al polvo, la tierra, el barro, la lluvia y la contaminación. Esta suciedad no solo afecta su apariencia, sino que también puede adherirse a partes como la cadena, los frenos y el motor, generando corrosión o fallos mecánicos si no se eliminan a tiempo.

Además, una moto limpia permite detectar más fácilmente fugas o anomalías que puedan requerir atención mecánica.
Paso 1: Elegir el lugar y los materiales adecuados
El lavado debe hacerse en un sitio con sombra, ya que el sol directo puede secar el agua rápidamente, dejando manchas en la pintura o el cromo. También se deben reunir los materiales correctos:
- Balde con agua y champú para motos (no detergente doméstico).
- Esponjas suaves y brochas de cerdas blandas.
- Paños de microfibra.
- Desengrasante específico para cadenas.
- Agua a presión moderada (no hidrolavadora industrial).
- Lubricante de cadena.
Según Motociclismo España, es vital evitar productos abrasivos que dañen la pintura, los plásticos o el sellado de componentes electrónicos (Motociclismo.es, 2022).
Paso 2: Prelavado y protección
Antes de mojar la moto, es recomendable cubrir o proteger con plástico elementos como la salida del escape, el filtro de aire y los componentes eléctricos expuestos. Esto reduce el riesgo de filtraciones o cortocircuitos.
Luego, se puede hacer un prelavado con agua a baja presión para remover tierra suelta o residuos grandes. Este paso facilita la limpieza y evita rayones al frotar.

Paso 3: Aplicación del jabón y limpieza por zonas
Se debe aplicar jabón con una esponja suave comenzando por la parte superior (manubrio, tanque, asiento) y bajando progresivamente hasta las ruedas.
Usar diferentes esponjas o paños para las partes más sucias, como la llanta trasera o la zona del motor, evita contaminar las superficies delicadas.
Para las zonas de difícil acceso (radiador, horquillas, motor), se pueden usar brochas suaves. El sitio especializado Motorpasión Moto recomienda no utilizar chorros de agua directos en rodamientos o sellos de suspensión, ya que pueden ser vulnerables al ingreso de agua (Motorpasionmoto.com, 2023).
Paso 4: Limpieza y engrase de la cadena
La cadena debe limpiarse con un desengrasante específico, nunca con gasolina o solventes fuertes. Tras aplicar el producto, se cepilla con un cepillo de cerdas medias, se enjuaga con agua y se seca completamente. Finalmente, se aplica un lubricante especial para cadenas, preferiblemente en frío para evitar que se evapore rápido.
Paso 5: Enjuague final y secado
Una vez enjabonada toda la moto, se enjuaga cuidadosamente con agua a baja presión, asegurándose de eliminar todos los residuos de jabón. Luego, se seca con paños de microfibra para evitar marcas de agua y acelerar la evaporación.

El secado también puede incluir el uso de aire comprimido para expulsar el agua acumulada en zonas estrechas, como detrás del faro, debajo del asiento o entre los radios de las ruedas.
Paso 6: Revisión post-lavado
Tras el secado, es importante hacer una revisión visual para asegurarse de que todo esté en su lugar. También se puede aprovechar para encender la moto y verificar que no haya fallos eléctricos o ruidos extraños.
Finalmente, se recomienda aplicar cera o abrillantador en la pintura para protegerla de la intemperie. Existen productos específicos para motos que no dejan residuos grasos y que protegen los plásticos de los rayos UV.