Turismo
Viajar con calma y equilibrio: así funciona el ‘mushin’, la clave japonesa que transforma la manera de explorar el mundo
Este concepto japonés significa literalmente “no mente” y busca que el viajero esté libre de pensamientos o miedos en sus nuevas aventuras.

El “mushin” es un concepto japonés que significa literalmente “no mente” y se refiere a un estado mental en que una persona logra estar libre de pensamientos, emociones, juicios o miedos y, contrario a ello, permanece abierta, receptiva y plenamente presente en el momento que está viviendo, sin distracciones internas.
Este estado mental proviene del budismo zen y fue aplicado inicialmente en las artes marciales japonesas, según explica la reconocida revista de viajes Condé Nast Traveler. Sin embargo, con el paso del tiempo, se ha vinculado a diversas artes y formas de vida.
La popularidad de su aplicación, tanto en actividades cotidianas como en viajes, se debe a que permite actuar con intuición y rapidez, ya que desarrolla una claridad mental que se adapta fluidamente a las circunstancias.
De esta manera, el mushin o “no mente”, como su nombre indica, hace alusión a un estado de no-reacción entre el sujeto y la situación u objeto a fin de mejorar la concentración y reducir el estrés, una habilidad que puede ser compleja de manejar en estos tiempos de pantallas y agendas apretadas.
No obstante, ante la necesidad de conectarse con el entorno sin prisa, llega esta filosofía japonesa con el objetivo de brindar un soplo de aire fresco a la forma en que cada persona lleva su vida o disfruta sus viajes.

¿Cómo aplicar el ‘mushin’ en los viajes?
Para acercarse al mushin, la meditación se convierte en una aliada fundamental. Practicar esta disciplina o recurrir a alternativas como el yoga o el mindfulness, ofrece la base ideal para alcanzar un estado de claridad que potencia la manera en que se disfruta un nuevo destino.
Sin embargo, primero se recomienda comenzar con pequeñas sesiones en casa, días antes del viaje, y luego trasladar el hábito al lugar de descanso. Para ello, es esencial elegir un alojamiento que invite a la calma: un ecolodge donde sea posible despertarse o acostarse con el murmullo de una cascada de fondo, por ejemplo.
De esta manera, el mushin invita a experimentar cada viaje con una mente abierta y libre de prejuicios, expectativas o ansiedad, lo que significa estar plenamente presente en cada experiencia sin sobreanalizar ni dejarse atrapar por preocupaciones.
Con esta clave japonesa el viajero puede aprovechar mejor casa instante, conectar genuinamente con el entorno y las personas, y disfrutar del viaje de forma auténtica y espontánea, dejando fluir la intuición y la sensación más que la planificación rígida o el estrés.
En situaciones imprevistas, como cambios de planes o dificultades, se aconseja aplicar el mushin para reaccionar con calma y flexibilidad, haciendo del viaje una experiencia más agradable y satisfactoria.