Turismo
Este es el “jardín del Valle”, un destino cafetero que combina el arraigo paisa con la cultura valluna; a dos horas de Cali
Este municipio ofrece destinos naturales e históricos para conocer.
El departamento del Valle cuenta con 42 municipios, de los cuales 10 hacen parte del Paisaje Cultural Cafetero, declarado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Uno de los incluidos en este selecto grupo es Trujillo, que es considerado uno de los más jóvenes del departamento.
Información de la Gobernación del Valle indica que es de influencia caldense y está ubicado en la región norte del departamento, por lo que las mesas de esta población se adornan con arepas en vez de pan. Es un lugar de hermosos paisajes, los cuales son atravesados por distintos ríos tales como Culebras, el Cuancua, el Blanco y el Cáceres, además de los tupidos cultivos de café. Es muy biodiverso, con lindos paisajes, por lo que hay quienes lo apodan “jardín del Valle”.
Este municipio, que combina un fuerte arraigo paisa con la tradicional cultura valluna, vive de la economía cafetera, ganadera, y de los cultivos de plátano y banano.
Además, el turismo ha venido ganando espacio y especialmente en el mes de noviembre cobra más relevancia, ya que se celebran las fiestas agropecuarias y del café, en donde los visitantes disfrutan los platos típicos paisas y vallunos, como el sancocho de gallina en leña o los fríjoles, y participan de las actividades que se organizan para el evento como: bailes, conciertos y comparsas, entre otras.
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El municipio fue reconocido por el gobierno nacional como sujeto de reparación colectiva, y cada año, en el mes de octubre se conmemora el día de la familia o fiestas del retorno, que es en palabras de la Unidad de Víctimas, un espacio para “recuperar los lazos y tejido social de las familias y habitantes de la comunidad”.
¿Qué se puede visitar?
De acuerdo con la Gobernación, este es un territorio con muchas riquezas naturales como los cerros Azul y Monteloro, donde hay cultivos de mora y aguacate, lagos de truchas y una neblina misteriosa.
De igual forma, caminar por el parque principal del pueblo, visitar el Parque Monumento a las Víctimas de Trujillo y entrar a la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, es un buen plan para hacer en esta “tierra de luchadores”, como se le conoce.
La mencionada iglesia forma parte del patrimonio arquitectónico de Colombia y está dedicada a venerar a la Virgen del Rosario, representada en la bella imagen traída de Europa en 1917, mientras que el Monumento de las Víctimas fue construido en homenaje a quienes sufrieron la violencia en el municipio a finales de la década de 1980.
Un poco de historia
Según información del sitio web del Paisaje Cultural Cafetero, la historia de Trujillo como parte del mismo comenzó en la década de 1870. En ese entonces, cientos de viajeros colonizadores llegaron a las tierras del norte del Valle del Cauca, y algunos se establecieron en los ricos terrenos que hoy delimitan la jurisdicción del municipio.
En 1922 se fundó como corregimiento, en 1924 pasó a llamarse “Vernaza”, y en 1930, en honor al presidente liberal Julián Trujillo (1878-1880), se declaró oficialmente a Trujillo como municipio anexo al departamento del Valle del Cauca.
La tradición liberal del municipio contrasta con la conservadora tradición antioqueña. Por su perfil político, fue un importante asentamiento para el partido en los tiempos de la hegemonía liberal. Y, mientras se consolidaba en lo político, alrededor del café comenzó un crecimiento exponencial que lo hizo sobresalir entres los municipios cafeteros del norte del departamento.
