Turismo
El encantador “pueblo que enamora” en el Casanare, un destino ideal para descansar e impregnarse de tradición llanera
Este destino se encuentra a dos horas de Yopal.

Visitar el departamento de Casanare es sumergirse en el corazón del llano colombiano, un lugar donde la naturaleza, la cultura y la tradición llanera se viven con intensidad.
Es una región que se caracteriza por sus vastas sabanas, ríos imponentes y una gran biodiversidad que la convierten en un paraíso para los amantes del ecoturismo y la aventura.
Actividades como el avistamiento de aves, safaris, recorridos a caballo y baños en aguas cristalinas resultan imperdibles para quienes disfrutan de las actividades al aire libre.
Este es un territorio de tradición y cultura llanera y eso es lo que se puede vivir en Maní, uno de sus 19 municipios. Allí los viajeros tienen la posibilidad de tener una experiencia auténtica, lejos del turismo masivo, en medio de la tranquilidad de la naturaleza.

Este destino, ubicado a solo dos horas de Yopal, capital del departamento, hace parte de la iniciativa “pueblos que enamoran” del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y el Fondo Nacional del Turismo (Fontur), la cual busca visibilizar destinos que tienen un gran potencial turístico, pero no el suficiente reconocimiento.
Así las cosas, este es un municipio con una serie de encantos que vale la pena conocer. Información de la Alcaldía Municipal muestra algunos de los lugares que resultan imperdibles en un viaje por esta zona del país.
Sitios para visitar
Uno de los espacios para conocer es la Laguna Bocachico, ubicada a 13 kilómetros del perímetro urbano, un espacio rico en biodiversidad donde es posible apreciar garzas, pericos, chicharras y sapos. Es un refugio ideal para la observación de flora y fauna, en medio de espacios tranquilos y lindos atardeceres.
Otro cuerpo de agua es la laguna Pupúre, una belleza natural donde el visitante puede admirar el típico paisaje casanareño de sabanas y esteros. Se encuentra a 45 kilómetros del casco urbano y es ideal para los amantes de la aventura.
A estos lugares se suma el río Cusiana, que por tradición ha sido sitio de descanso y de recreación para los habitantes y turistas que visitan este municipio. Según la Alcaldía, en sus hermosas playas se realiza el festival de verano y las tradicionales “noches de Maní”.

Un atractivo más es el Puente el Canoero, ubicado sobre el río Cusiana, donde se puede observar alboradas y ocasos espectaculares que contrastan con el espejo de este afluente hídrico.
Las Ruinas de Santa Helena también llaman la atención de propios y extraños. Se reconocen por ser el primer asentamiento en el siglo XVII, patrimonio histórico del municipio, las cuales se pueden visitar a 63 kilómetros del pueblo.
Monumentos
En este destino los turistas aprecian también varios monumentos. Uno de ellos es el de la bandola, considerada por los residentes como la mayor expresión cultural de la localidad. Es un monumento fabricado en aluminio compuesto, mide 10 metros de altura y en las noches sus cuerdas brillan con luz propia gracias un sistema de iluminación LED. En este municipio se realiza el Festival Internacional de la Bandola Llanera.
También está el Monumento al avión, una aeronave Lockheed 133 de la Fuerza Aérea que data del año 1948, que en época de violencia fue utilizado por el ejército conservador para atacar a sus enemigos en tierra. También hace memoria de la actividad aérea que por muchos años se dio en este lugar y que marcó la cotidianidad de los habitantes de este municipio.