Turismo
¿Dónde queda y cómo se llama el río más cristalino del mundo?
La transparencia de sus aguas a gran profundidad sorprende a todos los que tienen la oportunidad de conocerlo.
Entre las tantas maravillas naturales que se encuentran ocultas en los diferentes destinos del mundo, se destaca el río Sucurí como una verdadera joya de un cuento de hadas, considerado como el más cristalino del planeta.
Su transparencia a gran profundidad sorprende a todos los que tienen la oportunidad de conocerlo y adentrarse a través de sus aguas que se destacan por ser cálidas, con una temperatura promedio de aproximadamente 25°C.
De acuerdo con el periódico Viajar, este tesoro natural está situado en el municipio de Bonito, en estadio de Mato Grosso del Sur, un sector de Brasil catalogado como uno de los mejores lugares del país para la práctica de ecoturismo.
Para contribuir con su conversación, en este espacio se desarrollan diferentes medidas desde hace más de veinte años, las cuales están enfocadas en controlar la afluencia de visitantes para proteger su ecosistema evitando exposiciones sin control a lo largo de los años.
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Gracias a estos cuidados, el río ha logrado mantener su belleza natural casi intacta y hoy por hoy es posible es posible disfrutar no solo este majestuoso cuerpo de agua, sino de toda la zona que lo conforma que parece sacada de una película.
La transparencia excepcional del río Sucurí, según la misma fuente, se debe a que su agua proviene de manantiales naturales subterráneos y a que las rocas calcáreas de la región actúan como un filtro natural que elimina impurezas y sedimentos, permitiendo ver el fondo del río con claridad a varios metros de profundidad.
El azul turquesa de sus aguas cristalinas, permite ver con claridad los peces y las rocas que hay en su interior, reflejando la pureza absoluta que lo caracteriza.
Además, la vegetación y fauna de la zona están protegidas para evitar la contaminación, lo que contribuye a mantener esa belleza única. Allí es posible practicar esnórquel, una actividad que permite a sus visitantes sumergirse en un mundo subacuático lleno de vida y color.
Sobre su nombre, el periódico Viajar indica que fue bautizado como Sucurí en honor a su trazado serpenteante, ya que hace referencia a una palabra local para denominar a las serpientes del tipo de la anaconda.
Nadar en sus aguas, una experiencia inolvidable
Generalmente, los viajeros que se animan a visitar esta joya natural emprenden una excursión en lancha o barca hasta las áreas más próximas a su curso alto. Luego, se dejan llevar por la corriente mientras disfrutan el espectáculo de sus aguas, la flora y fauna fluviales haciendo esnórquel.
Finalmente, la experiencia se completa al tener el privilegio de nadar en sus aguas, generando esa sensación de flotar en un cuerpo de agua tan claro que parece ser producto de un sueño.
Por otro lado, la misma fuente indica que aunque la mejor época para visitarlo es durante la estación seca, es importante tener en cuenta las estricciones que existen en cuanto a la afluencia para programar su visita con antelación.
Tesoros naturales como este río, han convertido al municipio de Bonito es un destino ideal para el ecoturismo. De hecho, muchos lo describen como un santuario brasileño de ríos de ensueño que merecen la pena ser explorados.
