Turismo
Aterrizaje de emergencia: Cuándo se considera que un pasajero es ‘problemático’ para bajarlo del avión
Un pasajero que cometa una infracción dentro de un avión será multado con una sanción económica.

Aunque no suele ser habitual, en ciertas ocasiones los aviones tienen que tocar tierra debido a una emergencia, esto se puede presentar debido a que uno de los pasajeros esté teniendo un comportamiento inadecuado.
Lo más habitual en los vuelos, que despegan y aterrizan en cualquier parte del mundo, es que realicen el trayecto sin ningún contratiempo, pero de vez en cuando los pilotos se ven obligados a realizar aterrizajes de emergencia porque uno de los pasajeros se está comportando de manera inadecuada y está poniendo en peligro la seguridad de todos. Esta situación resulta poco agradable para los viajeros como para los propios miembros de la tripulación.

En cada uno de estos vuelos existen niveles de gravedad en cuanto a los incidentes que suceden dentro de una aeronave, por ende, no siempre se requiere hacer un aterrizaje de emergencia.
Aunque a veces se presentan contratiempos antes de que el avión despegue, un pasajero puede burlar la seguridad y subirse a bordo, y si causan problemas graves, el avión deberá volver a tierra antes de tiempo.
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Una de las claves para que un avión tenga que realizar un aterrizaje de emergencia, por el comportamiento de una persona, es que la integridad física tanto de los demás pasajeros como de la tripulación se vea comprometida.
Además, hay ocasiones en las que el propio vuelo puede verse alterado debido a la conducta problemática de una sola persona, y en esos casos, también se puede ver comprometida la seguridad de la aeronave.

Una de las razones más comunes por las que un avión debe realizar un aterrizaje de emergencia por causa de un pasajero alterado es la violencia hacia otras personas dentro de la aeronave.
En algunas ocasiones, los propios miembros de la tripulación pueden controlarlo, pero en otras no es suficiente y se necesita que las autoridades intervengan para detenerlo una vez el avión llegó al aeropuerto.
De acuerdo a la Ley 21/2003, de 7 de julio, de Seguridad Aérea de la autoridad de España, quienes causen problemas notables dentro de un avión podrán recibir una multa muy alta.
Una infracción leve puede conllevar una sanción económica que varía entre los 90 y 45.000 euros. En caso de que sea una infracción grave, la multa puede ascender a 90.000 euros, mientras que si se comete una infracción muy grave, el sujeto puede ser multado con hasta 225.000 euros.