Ciencia

“Un día dura solo cinco minutos”: el increíble obstáculo que encontraron los científicos que podría cambiarlo todo

Un diminuto asteroide que gira a gran velocidad se convirtió en uno de los mayores retos de la exploración espacial.

David Alejandro Rojas García

David Alejandro Rojas García

Periodista en Semana

19 de septiembre de 2025, 10:23 p. m.
Un objeto de apenas 11 metros intriga a los expertos por su rotación acelerada.
La misión Hayabusa2 enfrenta un asteroide tan veloz que aterrizar en él parece imposible. | Foto: Getty Images

En medio de todo los misterios que esconde el universo, los científicos han prestado atención en especial en una roca que podría parecer insignificante, pero a su vez podría contener respuestas sobre el origen del Sistema Solar. Se trata del asteroide 1998 KY26, un objeto que muchos describen como una auténtica cápsula del tiempo.

Este asteroide se creó hace miles de millones de años, conserva en su interior materiales intactos que podrían explicar cómo surgió el agua en la Tierra y no solo eso, pues también podría señalar cómo se dieron las condiciones para la vida.

Además de su valor científico, este asteroide esconde un tesoro de agua en su interior, algo que no deja de resonar para los científicos de la Nasa.

Para las futuras misiones espaciales ese recurso no solo serviría para hidratar a los astronautas, este combustible sería clave para los viajes de larga duración. Es por eso que la misión japonesa Hayabusa2, que ya logró explorar con éxito al asteroide Ryugu, tiene la tarea de acercarse a este misterioso cuerpo.

El giro imposible que lo complica todo

Pero el gran desafío no está en su lejanía sino en su comportamiento. Según explicó el investigador Toni Santana-Ros, de la Universidad de Alicante, este asteroide tiene una particularidad que lo vuelve casi intocable: gira a tal velocidad que “un día allí dura sólo cinco minutos”. Imagine un trompo pequeño dando vueltas sin parar; así de complejo resulta pensar en un aterrizaje seguro.

Impresión artística del aterrizaje de Hayabusa 2 en el asteroide 1998 KY26.
El asteroide 1998 KY26 completa un día en solo cinco minutos, lo que lo hace casi imposible de estudiar. | Foto: Europa Press

A esto se suma su tamaño: apenas aproximadamente 11 metros de diámetro. Es tan pequeño que encontrar una superficie estable para posar una nave resulta casi imposible. La combinación entre su diminuta extensión y su rotación frenética lo convierte en uno de los retos más complicados de la exploración espacial moderna.

Un desafío que podría marcar el futuro

Aunque la misión parece casi imposible de llevar a cabo, los especialistas insisten en que intentarlo es necesario, pues superar obstáculos como este no solo aportará pistas sobre el origen de nuestro planeta, sino que también abrirá la puerta a futuros proyectos como la minería espacial o la exploración de otros cuerpos que se comportan de manera parecida.

Hayabusa2’s next target is smaller and faster than we thought | ESO News

El asteroide 1998 KY26, con su frenético giro y su tamaño reducido, representa uno de los mayores retos de la ciencia actual y, aunque actualmente parece imposible estacionar una nave sobre él, los científicos saben que superar este tipo de pruebas está escrito en la historia del futuro.