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Tenga cuidado si ve estas conversaciones de WhatsApp, Facebook o Instagram porque podrían estafarlo sin que se dé cuenta

En la era digital, donde las interacciones a través de las redes sociales se han vuelto esenciales, los ciberdelincuentes han descubierto un nuevo medio para llevar a cabo fraudes y engaños.

Valentina Castañeda Sierra

Valentina Castañeda Sierra

Periodista en Semana

8 de julio de 2025, 3:11 p. m.
Por medio de falsas conversaciones, delincuentes buscan estafar.
Por medio de falsas conversaciones, delincuentes buscan estafar. | Foto: Getty Images

En un mundo cada vez más afectado por la ciberdelincuencia, prestar atención a los pequeños detalles se ha convertido en una medida crucial para evitar convertirse en una víctima más de los delincuentes cibernéticos. Estos actores, que operan con sigilo, emplean diversas estrategias para no ser detectados, y uno de los canales más utilizados para llevar a cabo sus actividades son las redes sociales y las aplicaciones de mensajería.

Plataformas como WhatsApp, Facebook, Instagram y TikTok se encuentran entre las más susceptibles a los ataques de piratas informáticos. En los últimos tiempos, ha emergido una nueva técnica: la utilización de capturas de pantalla con conversaciones falsas como gancho para engañar a los usuarios.

En la era digital actual, es común que las personas utilicen capturas de pantalla como prueba de alguna conversación o situación. Sin embargo, no siempre resulta ser la opción más segura, especialmente cuando estas imágenes se comparten públicamente.

WhatsApp tiene una alternativa al envío tradicional que conserva la calidad del video.
Los ciberdelincuentes usan diversas estrategias para estafar. | Foto: dpa/picture alliance via Getty I

Las capturas pueden contener información sensible o, en algunos casos, no ser tan verídicas como se supone. Según destaca Computer Hoy en su sitio web, conocidas también como “screenshots”, son fácilmente manipulables. Con el avance de la inteligencia artificial, se ha facilitado aún más la creación de conversaciones falsas en cuestión de segundos, sin ningún esfuerzo significativo. Esta misma tecnología también ha sido utilizada para falsificar retratos de figuras públicas, como presidentes o celebridades.

Las razones detrás de la falsificación de conversaciones varían, pero suelen estar relacionadas con la obtención de un beneficio ilícito, tales como estafas, suplantación de identidad o desinformación. Para lograrlo, los ciberdelincuentes emplean herramientas y técnicas avanzadas que les permiten alterar la apariencia de los chats, cambiar el nombre del remitente, modificar la hora de los mensajes y otros detalles, lo que hace que el engaño sea aún más convincente.

Los avances en inteligencia artificial no solo han facilitado la falsificación de texto, sino que han permitido a los atacantes ir un paso más allá. Con algoritmos de aprendizaje automático, los delincuentes ahora pueden crear conversaciones falsas que incluyen voz sintética e incluso videos manipulados, conocidos como deepfakes, que imitan de manera precisa a las personas. Este nivel de realismo agrega una capa adicional de credibilidad a las estafas, lo que hace que las víctimas se sientan más seguras al interactuar con los atacantes.

Controlar el acceso a los grupos de WhatsApp es una acción simple que puede evitar pérdidas económicas.
La ciberdelincuencia se adapta a nuevas formas de contacto, como los grupos no solicitados en WhatsApp. | Foto: Getty Images - Meta

A su vez, los piratas informáticos pueden recolectar datos de las redes sociales de sus víctimas para estudiar su estilo de comunicación, los nombres de sus contactos y otros detalles que les permitan crear una conversación falsa más creíble. Esto les da la oportunidad de suplantar la identidad de otra persona y enviar mensajes fraudulentos a amigos y familiares.

Las consecuencias de estas falsificaciones pueden ser devastadoras. A nivel personal, las víctimas pueden sufrir pérdidas económicas significativas, daños a su reputación o incluso el robo de su identidad. En el ámbito organizacional, los ciberataques de esta naturaleza pueden permitir el acceso no autorizado a sistemas, el robo de propiedad intelectual o la filtración de datos sensibles. Por ello, es esencial no confiar de manera inmediata en cualquier captura de pantalla que se vea publicada en redes sociales.

Además, el uso indebido de estas técnicas tiene un impacto negativo en la confianza entre los usuarios de plataformas digitales. A medida que se vuelve más difícil discernir entre lo auténtico y lo falso, las personas se vuelven más cautelosas y desconfiadas, lo que afecta la interacción social en línea y podría generar una mayor resistencia a la adopción de nuevas tecnologías digitales.