Tecnología
Si usa un reloj inteligente para monitorear su salud, podría estar exponiendo su privacidad sin saberlo
En manos equivocadas, estos datos podrían revelar el estado físico del usuario o incluso posibles enfermedades, exponiendo así su privacidad de forma preocupante.
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Los relojes inteligentes se han convertido en parte esencial del día a día, no solo para deportistas que buscan medir su rendimiento, la distancia recorrida o su ritmo cardíaco, sino también para cualquier persona interesada en monitorear su bienestar.
Estos dispositivos registran información valiosa como las pulsaciones, la presión arterial o incluso los niveles de glucosa, brindando una visión detallada del estado físico del usuario. Sin embargo, junto con sus múltiples beneficios, surge una preocupación creciente: ¿qué tan seguros están esos datos personales y de salud que recopilan?
De acuerdo con un informe compartido por Redes Zone, elaborado por Luke Stevenson, de la Universidad de Denver, y Sanchari Das, de la Universidad George Mason, analizaron las aplicaciones de salud utilizadas en dispositivos móviles y relojes inteligentes.
Los investigadores advirtieron que muchas de ellas podrían representar un riesgo para la privacidad, al recopilar información sensible que puede ser compartida con terceros o utilizada con fines no autorizados.
Los datos personales se han convertido en uno de los recursos más valiosos en el entorno digital. Cada acción en línea, desde las páginas que se visitan hasta los intereses o el tipo de dispositivo que se usa, puede ser aprovechada por empresas para elaborar perfiles y vender esa información con fines publicitarios. Sin embargo, cuando se trata de datos de salud, el valor y el riesgo aumentan significativamente.

¿Cuáles son los riesgos al usar estos dispositivos?
El principal riesgo radica en la cantidad de sistemas por los que transita la información. Cada vez que un reloj inteligente registra datos como movimientos, pulsaciones o niveles de oxígeno, estos son enviados a los servidores de la marca correspondiente —como Garmin, Polar u otras—.
Si además el usuario sincroniza su dispositivo con aplicaciones de terceros, el nivel de exposición aumenta considerablemente, según el informe. Existen incluso plataformas externas que prometen vincular automáticamente todos estos servicios, lo que amplía aún más las posibilidades de filtración o mal uso de la información personal.

A este recorrido digital se suma otro factor: el envío automático de datos a sistemas de telemedicina o a entrenadores personales. Si bien esta práctica resulta práctica para el seguimiento médico o deportivo, también introduce nuevos puntos de vulnerabilidad.
Cada intermediario que accede a los registros de salud representa un posible eslabón débil en la cadena de seguridad. Así, una información diseñada para mejorar el bienestar del usuario podría terminar almacenada, compartida o expuesta sin su conocimiento ni control.
Además, el portal especializado en ciberseguridad HelpNetSecurity señaló su preocupación respecto a la verdadera privacidad de los relojes inteligentes. Según el medio, muchos usuarios desconocen que la información que registran —como sus datos de salud y actividad diaria— no se almacena únicamente en el dispositivo, sino que viaja a servidores externos.
En caso de existir una falla de seguridad o vulnerabilidad en el sistema, esos datos podrían ser interceptados o caer en manos equivocadas, poniendo en riesgo la confidencialidad y el control que los usuarios creen tener sobre su información personal.