Tecnología
Si recibe un mensaje con estas palabras, tenga cuidado porque podrían desocupar fácilmente sus cuentas bancarias
Con una estrategia fraudulenta cada vez más elaborada, delincuentes intentan robar credenciales bancarias, lo que ha encendido la alerta de las autoridades.


Los avances tecnológicos no solo han facilitado el desarrollo de algunas actividades en la rutina diaria de las personas, sino también han sido motivo para que los delincuentes perfeccionen sus métodos para engañar y obtener acceso a información sensible y financiera de los usuarios.
Uno de los mecanismos más utilizados en los últimos años es el phishing, una modalidad de estafa que se basa en el envío de mensajes falsos, ya sea por SMS, correo electrónico o aplicaciones de mensajería instantánea, con el fin de que la víctima revele datos confidenciales.
Aunque existen múltiples variantes, la clave para detectarlos suele estar en las palabras que utilizan y en el sentido de urgencia que intentan transmitir. Si bien muchos de estos mensajes terminan en la carpeta de spam, de acuerdo con expertos de la empresa de ciberseguridad Kaspersky, “estos sistemas no son completamente fiables”, ya que “algunos mensajes genuinos también terminan en la carpeta de correo no deseado”.

Los expertos señalaron que hay términos recurrentes en los mensajes fraudulentos. Entre las más peligrosas se encuentran palabras clave como “urgente”, “premio”, “dinero”, “sorteo” o similares, diseñadas para que la víctima abra el mensaje lo antes posible. Incluso, estas frases, acompañadas de un enlace o un número de teléfono, suelen ser la puerta de entrada para el robo de información bancaria.
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En muchos casos, los delincuentes imitan el formato y el logotipo de entidades financieras reconocidas, lo que hace que el mensaje luzca legítimo. Además, utilizan un tono formal y profesional para dar credibilidad a la comunicación. Sin embargo, un pequeño detalle —como errores de ortografía, direcciones web sospechosas o remitentes extraños— puede delatar que se trata de un intento de fraude.
¿Cómo actúan los delincuentes después de que la víctima cae en la trampa?
Si el usuario sigue las instrucciones del mensaje y accede al enlace, generalmente es redirigido a una página falsa que simula el portal de la entidad bancaria. Allí se le pide ingresar su usuario, contraseña y, en ocasiones, códigos de seguridad enviados por el mismo banco.
En el momento en que la víctima proporciona estos datos, los ciberdelincuentes los capturan y acceden directamente a las cuentas para realizar transferencias o compras.

En otros casos, el enlace descarga automáticamente un software malicioso en el dispositivo, conocido como malware o troyano bancario. Este programa se instala sin que el usuario lo note y permite a los delincuentes registrar todo lo que se escribe en el teclado, incluyendo contraseñas y códigos, información que ayudaría a vaciar las cuentas en cuestión de minutos.
El problema se agrava porque, en muchas ocasiones, las transacciones fraudulentas se realizan de inmediato, y cuando la persona se da cuenta del engaño, ya es tarde para recuperar el dinero. Por esta razón, los expertos recomiendan no hacer clic en enlaces sospechosos ni proporcionar datos sensibles a través de mensajes no solicitados.