Tecnología
Si alguien llama y no se identifica, cuelgue de inmediato para evitar ser víctima de fraudes
Alertan una nueva modalidad de fraude telefónico que aprovecha la confianza y la distracción de los usuarios para acceder a su información personal.


En la era digital, las estafas telefónicas se han convertido en uno de los métodos más comunes utilizados por los delincuentes para apropiarse de información privada. Aprovechando técnicas como suplantación de identidad, persuasión psicológica e ingeniería social, logran engañar a las personas para que entreguen voluntariamente datos sensibles.
Este tipo de ataques ocurre en un entorno cada vez más vulnerable, donde la conectividad constante facilita el accionar de los ciberdelincuentes. Por ello, estar informado sobre los riesgos más frecuentes en el ámbito digital es clave para prevenir fraudes, evitar la instalación de software malicioso y proteger el acceso a cuentas personales en plataformas virtuales.
Los ataques cibernéticos están a la orden del día afectando a los usuarios de diferentes partes del mundo. Por ello, diversas entidades, como la Policía Nacional de España, advirtieron sobre el aumento de fraudes telefónicos y han implementado estrategias para prevenirlos.
Uno de los indicios más claros de que una llamada puede tener fines delictivos es la falta de presentación del interlocutor. Cuando quien llama no proporciona su nombre ni explica el motivo del contacto en los primeros instantes, lo recomendable es interrumpir la conversación de inmediato.
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Con base en esta advertencia, las autoridades han promovido el protocolo LAP (Localización, Autor, Propósito), una guía sencilla que ayuda a identificar señales sospechosas y actuar con rapidez. Aunque pueda parecer un descuido sin importancia, omitir la identificación inicial suele ser una táctica empleada por estafadores para ganar tiempo y credibilidad.
Los estafadores emplean tecnologías como el spoofing para modificar el identificador de llamadas y hacer que el número parezca legítimo, imitando incluso códigos locales o nacionales con el fin de generar confianza. Esta manipulación busca que la víctima baje la guardia desde el primer momento, lo que facilita el avance del engaño sin levantar sospechas.

El método LAP, difundido por las autoridades, comienza con la “Localización”, que insta a comprobar el prefijo del número antes de contestar. En España, por ejemplo, el indicativo telefónico es +34, por lo que cualquier llamada con un código internacional inesperado debería generar sospechas.
Muchas de estas estafas forman parte del vishing, una modalidad delictiva que mezcla llamadas de voz con técnicas de phishing para obtener información confidencial. La conversación suele ser ambigua y emocionalmente manipuladora, diseñada para que la persona revele datos personales sin darse cuenta del engaño.
Por estas razones, los expertos hacen énfasis en no proporcionar ningún tipo de información durante una llamada en la que el interlocutor no se identifique de forma clara y verificable. Si alguien llama y no dice su nombre o la razón específica del contacto, lo más recomendable es colgar de inmediato y reportar el número a las autoridades competentes o a su operador telefónico.