Tecnología
Sale a la luz el nuevo método que estarían usando los delincuentes para rastrear su ubicación en segundos, con un solo clic
Los ciberdelincuentes utilizan métodos relativamente sencillos para recopilar datos sensibles a través de internet.

Con los avances tecnológicos, la privacidad en internet se ha convertido en un tema de gran relevancia, ya que muchas personas ignoran que su información puede ser rastreada con solo acceder a un enlace sospechoso.
Los ciberdelincuentes, y en algunas ocasiones las empresas, utilizan métodos relativamente sencillos para recopilar datos sensibles, como la dirección IP, la ubicación aproximada y el proveedor de servicios de internet.
Este método permite conocer patrones de navegación, personalizar anuncios o, en casos más preocupantes, realizar ataques dirigidos contra los usuarios. Pero, ¿qué es la dirección IP? Se trata de un código numérico único que identifica cada dispositivo conectado a una red, ya sea local o a internet.
Su asignación no es aleatoria, sino que está regulada por la Internet Assigned Numbers Authority (IANA), organismo dependiente de la ICANN. Existen diferentes tipos de direcciones IP, clasificadas como públicas o privadas, y pueden ser estáticas o dinámicas, que suelen componerse de cuatro grupos de números, separados por un punto, con valores comprendidos del 0 al 255.
En todos los casos, proteger esta información es esencial, pues exponerla equivale a compartir datos personales con desconocidos que podrían ser usados con fines malintencionados, afectando a miles de usuarios. Cuando un usuario hace clic en el enlace, se recopila información de su conexión, incluyendo su dirección IP.

¿Cómo funciona este espionaje?
El Protocolo de Internet (IP) es esencial para la comunicación entre dispositivos conectados a una red, ya que permite el intercambio de información sin importar el tipo de conexión utilizada.
Aunque muchos asocian la seguridad en línea únicamente con los navegadores web y protocolos como HTTPS, que protege la integridad de los datos transmitidos, la dirección IP sigue siendo un elemento clave que podría exponer la identidad digital de los usuarios si no se protege adecuadamente.

De hecho, existen múltiples herramientas en línea capaces de rastrear diversos datos sobre los dispositivos que acceden a un enlace.
No obstante, aunque este tipo de plataformas puede ser útil para empresas que desean monitorear el tráfico en sus sitios web, ya que permiten registrar información como la ubicación aproximada, el navegador utilizado e incluso la dirección IP de los visitantes, lo cierto es que también pueden ser explotados con fines maliciosos.
Por lo que, en manos equivocadas, estas alternativas pueden convertirse en una vía para ataques cibernéticos. Los delincuentes pueden generar enlaces acortados que parecen inofensivos y distribuirlos a través de correos electrónicos o mensajes de texto.
Si un usuario desprevenido hace clic en uno de estos enlaces, su dirección IP y otros datos pueden ser recopilados sin su conocimiento. Aunque conocer una dirección IP no representa un peligro inmediato, puede ser el primer paso para ataques más sofisticados, como el rastreo de la ubicación o intentos de acceso no autorizado a la red del usuario.
De acuerdo con el blog de Kaspersky, existen amenazas que pueden atentar la seguridad en línea de una persona a través de la dirección IP, ya que los datos que puede conseguir de su víctima son varios. Por ejemplo, el delincuente pueden acceder a la ubicación exacta en la que se encuentra el usuario.