Tecnología

Ocho formas de reducir el gasto eléctrico de su nevera: clave en el recibo de energía

El refrigerador puede ser uno de los aparatos que más encarece la factura de luz.

David Alejandro Rojas García

David Alejandro Rojas García

Periodista en Semana

16 de abril de 2025, 10:28 p. m.
Optimizar el funcionamiento de la nevera puede generar un ahorro significativo.
Optimizar el funcionamiento de la nevera puede generar un ahorro significativo. | Foto: Getty Images

El valor mensual del recibo de energía puede aumentar notablemente según los hábitos de uso de ciertos electrodomésticos.

Entre ellos, uno de los que más incide en el gasto es el refrigerador, que permanece encendido las 24 horas del día, los siete días de la semana.

De acuerdo con los expertos, este aparato representa una parte considerable del consumo total del hogar. Por ello, aprender a optimizar su funcionamiento puede marcar la diferencia en los costos en el recibo de la energía al mes.

La empresa de comercialización eléctrica Holaluz, con sede en España, ha difundido una serie de recomendaciones útiles para minimizar el impacto energético del refrigerador (o frigorífico, como se conoce en ese país europeo).

1. Elegir un modelo eficiente puede marcar la diferencia

La clasificación energética de los electrodomésticos tiene un impacto directo en el consumo. Sustituir un refrigerador de categoría A por uno con etiqueta A+++ puede representar una disminución de hasta el 60 % en el gasto eléctrico.

Aunque la inversión inicial puede ser mayor, se traduce en un ahorro considerable a mediano plazo.

Las etiquetas energéticas miden la eficiencia de los electrodomésticos.
Cambiar a un equipo 'A+++' representa un ahorro notable en la factura de luz. | Foto: Getty Images

2. El enemigo invisible: escarcha que no enfría

Aunque muchas neveras actuales incluyen tecnología que evita la formación de hielo, aún existen modelos donde se acumula escarcha.

Contrario a lo que se cree, estas capas no enfrían más: actúan como aislantes y reducen la eficiencia del aparato, elevando el consumo hasta en un 30 %, como señala Holaluz. Es recomendable evitar que la capa supere los 3 mm de espesor.

3. No siempre más grande es mejor

La elección del tamaño del refrigerador debe basarse en las necesidades reales del hogar. Un equipo sobredimensionado implica un consumo mayor.

Por cada 100 litros adicionales de capacidad, se estima un aumento de aproximadamente 120 kWh al año. Lo ideal es optar por un volumen ajustado al número de personas y hábitos de almacenamiento.

4. Organización interna: un hábito que ahorra energía

Mantener el orden dentro del refrigerador facilita la localización de los productos y reduce el tiempo que se mantiene la puerta abierta. Etiquetar los envases y distribuirlos por tipo también contribuye a mantener una temperatura más estable en el interior del aparato.

5. La temperatura ideal: ni más frío, ni más gasto

Los expertos recomiendan ajustar la temperatura del refrigerador a 5 °C y del congelador a -18 °C. Reducir estos valores no mejora la conservación de los alimentos, pero sí incrementa el gasto energético.

Descubra cómo pequeños cambios en el uso de su nevera pueden marcar una gran diferencia en su factura de electricidad.
Ajustar la temperatura a 5 °C y -18 °C mejora la eficiencia energética del equipo. | Foto: Getty Images

Además, se debe evitar que los alimentos entren en contacto con la pared del fondo, ya que obstruyen el flujo de aire frío y dificultan la refrigeración uniforme.

6. Ubicación estratégica para un menor consumo

El lugar donde se instala el refrigerador influye directamente en su desempeño. Evitar exponerlo a fuentes de calor como estufas, hornos o la luz solar directa puede reducir el consumo hasta en un 15 %.

Lo ideal es situarlo en un espacio ventilado, alejado de radiación térmica y con espacio para disipar el calor del motor.

7. Aprovechar el frío residual al descongelar

Descongelar alimentos dentro del refrigerador permite aprovechar el frío que estos liberan durante el proceso. Esta práctica ayuda a mantener la temperatura interna sin que el motor tenga que trabajar de más, representando un pequeño, pero constante ahorro.

8. Mantenimiento regular: clave para su buen funcionamiento

Limpiar la parte posterior del refrigerador al menos dos o tres veces al año, en especial la rejilla del motor, evita el sobreesfuerzo del compresor.

Congelador
La falta de mantenimiento en la nevera puede elevar innecesariamente el recibo de luz. | Foto: Getty Images/iStockphoto

También es importante retirar el exceso de hielo en el interior, ya que las capas acumuladas elevan el consumo. Una limpieza adecuada, tanto interna como externa, prolonga la vida útil del electrodoméstico y reduce el gasto eléctrico.

Optimizar el uso del refrigerador no solo contribuye a disminuir el impacto ambiental, sino que también se traduce en un alivio para el bolsillo. Ajustes simples en su uso y mantenimiento pueden generar ahorros significativos mes a mes.