Tecnología
No bote sus cargadores viejos o dañados: así puede convertirlos en un tesoro útil en casa
Aunque estos aparatos quedan obsoletos, lejos de ser basura electrónica, podrían convertirse en soluciones prácticas para darle una segunda vida en casa.

Con el paso del tiempo, la tecnología avanza a un ritmo acelerado y los cargadores quedan relegados al olvido: puertos incompatibles, cables pelados o adaptadores que ya no se usan. Sin embargo, antes de pensar en ser desechados, vale la pena saber que estos dispositivos pueden tener una segunda vida útil si se les da el enfoque correcto.
Más allá de contribuir al medioambiente evitando residuos electrónicos, reutilizarlos puede representar ahorro y creatividad dentro del hogar. Aunque a menudo dejan de funcionar por fallas, muchos de sus componentes —como los cables y conectores— siguen en buen estado y pueden ser utilizados en distintas ideas caseras.

Desde elaborar pequeñas extensiones hasta alimentar dispositivos de bajo voltaje, hay múltiples formas de darles una nueva vida, con algunas alternativas prácticas y creativas.
¿Cómo darle un nuevo uso a cables y conectores en casa?
Aunque un cargador parezca inservible, su interior alberga componentes electrónicos que pueden ser reutilizados o reciclados con fines prácticos. Transformadores, resistencias, cables de cobre y adaptadores de corriente son solo algunos de los elementos que siguen siendo funcionales.
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Algunos aficionados a la electrónica aprovechan estas piezas para reparar otros dispositivos o crear proyectos caseros, como estaciones de carga personalizadas o luces LED alimentadas por USB.
No obstante, quienes no se sienten cómodos manipulando circuitos también pueden usar cargadores viejos como repuestos, aunque es importante verificar la compatibilidad para evitar daños o cortocircuitos. Por ejemplo, los adaptadores de corriente pueden alimentar pequeños electrodomésticos, radios antiguas, routers o ventiladores, siempre y cuando coincidan los valores de voltaje y amperaje.

También se pueden aprovechar los cables antiguos para crear organizadores o colgadores. Un cable rígido puede moldearse fácilmente y servir como soporte para colgar llaves, sujetar cables activos y evitar enredos. Incluso se pueden transformar en juguetes interactivos para gatos o herramientas improvisadas para tareas cotidianas, como limpiar rincones difíciles de alcanzar.
Y en caso de que los cargadores estén completamente inservibles, una opción válida es llevarlos a centros de reciclaje electrónico. Muchas ciudades cuentan con puntos ecológicos donde se recolectan estos residuos para su correcta disposición. De este modo, los materiales se reutilizan sin contaminar el medioambiente ni exponer a las personas a sustancias tóxicas.