Tecnología
Las palabras comunes con las que delincuentes usan para vaciar cuentas bancarias a través de videos en línea
Los delincuentes cibernéticos se camuflan con mayor destreza para llevar a cabo sus ataques sin ser detectados.

La seguridad de la información personal —como claves de acceso, imágenes, videos y documentos privados— se ha convertido en un tema crucial en la era digital. Estos datos representan un botín muy codiciado por los criminales informáticos, quienes los utilizan para ejecutar fraudes, propagar programas maliciosos, chantajear a las víctimas o comerciar con esa información en espacios clandestinos de internet como la dark web.
El avance acelerado de la tecnología ha sido aprovechado por los atacantes para perfeccionar sus técnicas y multiplicar sus vías de acceso, sin importar la plataforma o el medio usado, los delincuentes cibernéticos se camuflan con mayor destreza para llevar a cabo sus ataques sin ser detectados.

¿Cómo un video puede comprometer una cuenta?
Uno de los métodos más usados y que han evolucionado por parte de los delincuentes son las estafas a través de diferentes plataformas. Lejos de ser llamadas improvisadas, estas comunicaciones están diseñadas con una estructura precisa que busca manipular psicológicamente a la víctima.
En ese contexto, recientemente se ha identificado una nueva modalidad utilizada por los delincuentes para perjudicar a sus víctimas. Según la empresa de ciberseguridad, Kaspersky, un video en YouTube estaría siendo manipulado mediante inteligencia artificial con el objetivo de difundir información falsa. La intención es hacer que los usuarios —especialmente en Brasil, país donde se detectó la trampa— accedan a un sitio web supuestamente “creado por la autoridad fiscal y el banco”.
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La estrategia detrás del engaño es directa: al finalizar el video manipulado, la víctima es redirigida automáticamente a una página de phishing creada para simular un sitio oficial.
Allí, el delincuente inicia un supuesto proceso de verificación de identidad con preguntas personales como “¿Cuál es el nombre de tu madre?”, “¿Cuándo naciste?”, o incluso afirmaciones intimidantes como “Tienes un pago pendiente del seguro por la suma de…”. Estas preguntas buscan generar urgencia y confianza, facilitando que el usuario entregue datos sensibles sin sospechar que está siendo víctima de un fraude.

Contestar estas preguntas representa un riesgo para los usuarios. Los delincuentes pueden usar esta respuesta y emplearla como evidencia de que la persona dio su aprobación para realizar una transacción o procedimiento. Esta táctica permite simular consentimientos y validar cobros no autorizados en cuentas bancarias.
¿Cómo evitar ser víctima de estas estafas?
Ante esto, es fundamental identificar el patrón que se repite en este tipo de engaños: siempre comienza con una promesa atractiva —como un regalo costoso o una oferta exclusiva—, seguida por un enlace a un sitio web fraudulento que simula ser oficial, y termina con una noticia falsa que busca reforzar la credibilidad del contenido. Este esquema busca atrapar al usuario desprevenido y guiarlo paso a paso hasta entregar su información personal. Pero, ¿cómo reconocer que un video es parte de una estafa?
Hay señales sutiles que delatan el uso de inteligencia artificial. Una de las más evidentes es la desincronización entre el movimiento de los labios y el audio: los modelos generados por IA aún presentan dificultades para imitar con precisión el habla humana. También es útil observar los gestos faciales; aunque la imagen pueda parecer realista al principio, las expresiones suelen cambiar de forma abrupta o poco natural.
Además, el entorno donde aparece el supuesto presentador puede levantar sospechas: fondos desenfocados, paisajes irreales o iluminación artificial son indicios de que estás ante un video manipulado digitalmente.