Tecnología
La verdad que hay detrás de ser educado con ChatGP: ¿por qué estaría generando pérdidas millonarias?
Estas interacciones de ‘cortesía’ con la IA estarían generando efectos negativos en el ‘bolsillo’ de las empresas, como OpenAI.

Cada vez son más las personas que integran la inteligencia artificial (IA) generativa en sus actividades cotidianas, ya sea para fines laborales o de ocio. A medida que la tecnología sigue evolucionando, su adopción se va extendiendo a un ritmo acelerado, lo que refleja el creciente interés y la necesidad de la IA en diferentes áreas de la vida.
Sin embargo, no todos los usuarios interactúan con la inteligencia artificial de la misma manera. Algunos son más hábiles para comunicarse con los sistemas, obteniendo resultados más eficientes, mientras que otros, por desconocimiento o hábito, hacen uso de frases innecesarias que no aportan valor y, en algunos casos, incrementan los costos operativos.

De hecho, estas interacciones, como saludos o expresiones de cortesía innecesarias, están generando gastos de “decenas de millones de dólares” para las empresas, como OpenAI, que reporta pérdidas significativas debido a estas interacciones redundantes.
Saludar, pedir las cosas por favor y agradecer a los demás cuando hacen algo por nosotros son muestras de educación que se suelen escuchar en el mundo físico, pero que rara vez se trasladan al digital.
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El uso de fórmulas de cortesía, como ‘por favor’ y ‘gracias’, no es algo que se use mucho en la interacción con la IA, y aunque algunos usuarios creen que puede ser beneficioso a largo plazo —en el caso de que llegue a dominar a la humanidad—, tiene su pequeña recompensa en la actualidad.
En ese contexto, el CEO, Sam Altman, comprende a las personas que interactúan de esa manera y, de hecho, hace una broma al respecto, sugiriendo que podría ser algo positivo. No se sabe si, en el futuro, “cuando las máquinas tomen el control”, ellas recordarán a aquellos usuarios que fueron amables y podrían dirigirse a quienes no lo fueron.
Por su parte, el director de Diseño de Microsoft Copilot, Kurtis Beavers, ya explicó que el uso de estas expresiones establece el tono en la interacción con la IA, de tal forma que si el usuario es educado, el chatbot también lo será, debido, sobre todo, a que ha sido entrenado con ejemplos de conversaciones y a su capacidad para predecir a partir de lo que indica el usuario.

Sin embargo, esta muestra de civismo, que al final amplía la interacción del usuario con los chatbots, tiene un coste real para las empresas que desarrollan esta tecnología, por el consumo energético vinculado.
“Decenas de millones de dólares”, en el caso de OpenAI y ChatGPT, que, según su director ejecutivo, Sam Altman, están “bien gastados” porque “nunca se sabe”, ha expresado en X, en respuesta a la pregunta de un usuario de la red social.
*Con información de Europa Press.