La verdad oculta de las freidoras de aire: Expertos alertan sobre peligro

Las freidoras de aire han ganado popularidad como una alternativa más saludable a las frituras tradicionales. Sin embargo, algunos expertos han comenzado a señalar posibles riesgos asociados con su uso, más allá de los beneficios que ofrecen.

Entre estos riesgos o peligros se encuentran:

Sustancias químicas nocivas: Algunos estudios indican que el revestimiento antiadherente de ciertas freidoras podría liberar compuestos tóxicos, como el PTFE (Politetrafluoroetileno), cuando se calientan a altas temperaturas.

Acrilamidas: Aunque las freidoras de aire reducen el uso de aceite, no eliminan la formación de acrilamidas, sustancias potencialmente cancerígenas que se generan al cocinar alimentos ricos en carbohidratos a altas temperaturas.

Mala ventilación: El uso prolongado en espacios cerrados podría liberar partículas ultrafinas, afectando la calidad del aire en el hogar.

Consejos para minimizar riesgos

No exceda la temperatura: Cocine a temperaturas moderadas para evitar la formación de compuestos dañinos.

Mantenimiento regular: Limpie el aparato después de cada uso para prevenir la acumulación de residuos.

Ventile el espacio: Utilice la freidora en áreas bien ventiladas.

Las freidoras de aire pueden ser una herramienta útil, pero como con cualquier elemento tecnológico, es importante utilizarlas de forma informada y responsable.

Cómo preservar la vida útil de la freidora de aire

Las freidoras de aire son electrodomésticos versátiles y prácticos, pero para mantenerlas en buen estado durante más tiempo, es importante cuidarlas adecuadamente. Aquí tiene algunas recomendaciones clave:

1. Limpieza regular

Después de cada uso: Limpie la canasta y el cajón con agua tibia, jabón suave y una esponja no abrasiva. Esto evita la acumulación de grasa y residuos.

Limpieza profunda: Al menos una vez al mes, limpie los elementos de calentamiento y las ranuras de ventilación con un cepillo suave o un paño húmedo.

2. Usa utensilios adecuados

Evite los utensilios de metal que puedan rayar el revestimiento antiadherente. Opta por herramientas de silicona, madera o plástico resistente al calor.

3. Evite sobrecargarla

Llene la canasta solo hasta el nivel recomendado. Sobrepasar la capacidad puede forzar el motor y afectar el rendimiento.

4. Cocine a temperaturas adecuadas

Siga las indicaciones de temperatura para cada alimento. Usar temperaturas demasiado altas innecesariamente puede dañar los componentes internos y afectar el recubrimiento antiadherente.

5. No use aerosoles de cocina convencionales

Los aerosoles de cocina pueden degradar el recubrimiento antiadherente con el tiempo. En su lugar, utilice un pulverizador de aceite reutilizable o aplica una ligera capa de aceite con un pincel.

6. Coloque la freidora en un lugar ventilado

Asegúrese de que haya suficiente espacio alrededor de la freidora para evitar el sobrecalentamiento. No la coloque cerca de paredes u objetos inflamables mientras esté en uso.

7. Inspección regular

Revise periódicamente el cable de alimentación, el enchufe y los componentes para detectar daños. Si nota algún problema, consulte al fabricante o a un técnico calificado.

8. Siga las instrucciones del fabricante

Cada modelo tiene características y requisitos específicos. Lea y siga el manual de usuario para garantizar el uso correcto y seguro del aparato.