Ciencia
La razón por la que hay cometas de tamaños colosales surcando el cielo irlandés: “Estamos presenciando una revolución”
En los cielos de Irlanda, estructuras descomunales flotan con un mensaje de cambio.

Sobre los cielos ventosos del pequeño pueblo de Bangor Erris, en la costa oeste de Irlanda, unas enormes cometas surcan el aire. No son juguetes ni parte de un espectáculo: son una apuesta tecnológica.
Cometas en el cielo irlandés: ciencia al servicio del viento
El proyecto, liderado por la empresa neerlandesa Kitepower, tiene como objetivo transformar el viento en electricidad mediante cometas de 60 metros cuadrados que operan como generadores móviles.
“Usamos una cometa para capturar el viento y un generador en su base capta la energía”, explicó a AFP Padraic Doherty, de Kitepower. Atada a una máquina mediante un cable, la cometa actúa “como un yo-yo o un carrete de pesca”. Al ascender hasta 400 metros y luego descender a 190, este movimiento genera energía a través de un sistema que recuerda al dínamo de una bicicleta. “Genera hasta dos toneladas y media de energía en cada giro”, añadió Doherty.

Energía limpia y portátil: una nueva era para la eólica
A diferencia de las turbinas convencionales, este sistema necesita una infraestructura mínima. Según sus creadores, puede instalarse en apenas 24 horas y transportarse con facilidad. “Podemos armarlo en 24 horas y se puede llevar a cualquier sitio, es muy móvil y no necesita bases costosas de turbina que demandan tiempo y energía para ser construidas”, indicó Doherty.
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Además de su flexibilidad, la tecnología ya ha probado su utilidad en situaciones reales. Durante la tormenta Eowyn, que dejó sin luz a buena parte de Irlanda en enero, la cometa de Kitepower suministró electricidad de forma continua en Bangor Erris. “Con una batería, suministró electricidad sin interrupción antes, durante y después de la tormenta”, destacó Andrei Luca, jefe de operaciones de la empresa.
El sistema puede cargar una batería de 336 kilovatios hora, capacidad suficiente para alimentar zonas remotas, pequeñas islas o estaciones de investigación. Y lo hace sin necesidad de combustibles, con cero emisiones, y sin alterar significativamente el paisaje. “El sistema de cometas es mucho menos invasivo en el paisaje (que las turbinas eólicas), genera energía limpia y no requiere una cadena de suministros o combustible para operar”, señaló Luca.
Un paso más hacia la independencia energética
Irlanda se enfrenta al desafío de reducir su dependencia de los combustibles fósiles y expandir su capacidad de producción de energía verde. Aunque el potencial eólico es alto, el desarrollo del sector ha sido limitado por trabas administrativas y debilidades en la red eléctrica. Aun así, el país aspira a generar 20 gigavatios de energía eólica para 2040 y al menos 37 gigavatios para 2050.

La apuesta por las cometas voladoras llega como una solución viable y rápida. Aunque el sistema aún opera a pequeña escala, sus impulsores ven en él un cambio de paradigma. “Estamos presenciando una revolución en la energía eólica”, aseguró Luca. “Tomó casi 25 años para que las turbinas eólicas evolucionaran de los prototipos de 30 kilovatios a la escala de megavatios, y décadas para tener las granjas eólicas actuales”, recordó.
El futuro podría estar atado a un cable y elevado por el viento, mientras cometas gigantes siguen escribiendo una nueva página en la historia energética de Europa.
*Con información de DW.