Tecnología
La pregunta que una de las empresas más importantes del mundo hacía al contratar personal
Así era la famosa pregunta clave que utilizaba “Steve Jobs”, el expresidente de Apple, al momento de contratar personal.


Steve Jobs, más que un empresario, fue un visionario que dejó una huella imborrable en el mundo de la tecnología. Bajo su dirección, Apple no solo produjo dispositivos innovadores, sino que también desarrolló una cultura organizacional distinta a la de otras compañías del sector.
El enfoque que marcó la diferencia en la contratación
Uno de los aspectos más llamativos de su liderazgo fue la manera en que seleccionaba a quienes formarían parte de su equipo: su método no se centraba únicamente en hojas de vida ni en títulos académicos.
Lo que realmente le interesaba era conocer la motivación interna de cada aspirante.

Apple: más que una empresa, una filosofía de trabajo
La compañía que cofundó en un garaje terminó convirtiéndose en una de las multinacionales más influyentes del planeta. La filosofía de Apple no solo vendía productos, vendía experiencias, esa visión requería de un equipo profundamente comprometido.
Jobs entendía que para alcanzar los altos estándares de calidad que exigía la marca, no bastaba con contratar empleados capaces. Se necesitaban personas dispuestas a dar más de sí mismas, movidas por una convicción auténtica.
Los productos de Apple, como el iPhone o el iPod, revolucionaron la vida cotidiana de millones de personas.
Pero detrás de cada innovación, había un grupo humano que compartía una misma mentalidad: la pasión por crear cosas que hicieran del mundo un lugar mejor. Por eso, el proceso de contratación era tan riguroso y tan distinto al convencional.
La pregunta que revelaba la pasión verdadera
Personas cercanas al entorno de Steve Jobs han revelado que, en las entrevistas laborales, él solía hacer una pregunta inesperada: “¿Qué te apasiona tanto que lo harías gratis?”.
Aunque podía parecer una provocación, esta interrogante era clave para detectar si el candidato tenía una motivación auténtica o simplemente buscaba un puesto más en su carrera profesional.
Jobs buscaba personas que, más allá de cumplir con un horario, sintieran una conexión real con lo que hacían.

Quería colaboradores que disfrutaran tanto su labor que, incluso, la harían sin necesidad de un salario. Esa actitud, la cual es difícil de fingir, era lo que él consideraba indispensable para mantener el nivel de excelencia de Apple.
Este enfoque, centrado en la pasión y la entrega, sigue siendo una de las enseñanzas más recordadas de Jobs.
Su legado no solo se refleja en los productos que ayudó a crear, sino también en la manera en que entendía el valor humano dentro de una empresa. Un recordatorio de que, en ocasiones, una sola pregunta puede revelar todo lo que se necesita saber.