Tecnología
La predicción más impactante de Bill Gates en los empleos: “nuestros cerebros operan a paso de tortuga”
Según Gates, la velocidad de las máquinas supera tanto al cerebro que cambiará todo el mercado laboral.


Durante 2023, el cofundador de Microsoft y filántropo global, Bill Gates, compartió una visión que podría redefinir el rumbo de la humanidad: la inteligencia artificial (IA) será tan transformadora como lo fue el nacimiento del internet o el teléfono móvil.
En su blog personal, Gates Notes, el magnate anticipó que el desarrollo de la IA revolucionará industrias enteras y alterará la manera en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos.
“Esto me inspiró a pensar en todas las cosas que la IA puede lograr en los próximos cinco a diez años”, escribió Gates, al reflexionar sobre el rápido avance de esta tecnología.
Según su análisis, las organizaciones que mejor sepan aprovechar las herramientas de IA marcarán la diferencia en la próxima década.
Desafíos técnicos y riesgos sociales
Pese a su entusiasmo, Gates no es ajeno a los dilemas que la IA presenta en la actualidad. Uno de los obstáculos más notorios es la falta de comprensión del contexto por parte de algunos modelos.
Esto puede llevar a respuestas incoherentes o inexactas, como cuando una IA sugiere hoteles inexistentes al planear un viaje. También persisten errores en tareas complejas como el razonamiento matemático, aunque Gates confía en que estas limitaciones técnicas podrían solucionarse en un plazo menor a dos años.

No obstante, subraya que el mayor riesgo no está en los errores técnicos, sino en el mal uso por parte de los humanos.
“Como la mayoría de los inventos, la inteligencia artificial puede utilizarse con fines benéficos o malignos”, señala. Por eso, propone que los gobiernos trabajen de la mano con el sector privado para establecer límites y regulaciones claras.
El horizonte de las IA superinteligentes
En uno de los pasajes más provocadores de su análisis, Gates afirma que la llegada de IA superinteligentes es inevitable. A su juicio, una máquina con la capacidad de razonar como un ser humano, pero sin restricciones físicas ni cognitivas, transformará radicalmente el panorama global.
“Comparadas con una computadora, nuestros cerebros operan a paso de tortuga”, advirtió. De hecho, destaca que la velocidad de una señal eléctrica en el cerebro es mil veces más lenta que en un chip de silicio, lo que ilustra cuán ventajosa podría ser una IA verdaderamente autónoma.

Aunque reconoce que aún estamos lejos de ese escenario, Gates no descarta que estas IA futuras puedan establecer sus propios objetivos, incluso en conflicto con los de la humanidad.
Por ahora, considera que el desarrollo de una IA “fuerte”, capaz de controlar el mundo físico o tomar decisiones independientes, no es inminente, pero las preguntas éticas sobre su evolución se volverán cada vez más urgentes.
Para entender mejor este fenómeno, Gates recomienda tres obras que han influido en su pensamiento: Superinteligencia, de Nick Bostrom; Vida 3.0, de Max Tegmark; y Mil cerebros, de Jeff Hawkins.