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La nueva trampa que usan los delincuentes para ‘saquear’ cuentas a través de WhatsApp; usan el círculo de la IA para engañar

Esta modalidad de estafa ha sido diseñada para manipular emocionalmente a las víctimas y obtener datos privados.

Redacción Tecnología
14 de enero de 2025
Meta AI es la más reciente función con inteligencia artificial que ha incorporado WhatsApp.
Meta AI es la función con inteligencia artificial que incorporó WhatsApp. | Foto: Montaje de SEMANA con fotos de Getty Images

Con los avances tecnológicos, los ciberdelincuentes han perfeccionado una nueva estrategia para atacar a los usuarios de WhatsApp, una de las aplicaciones de mensajería instantánea más utilizadas en el mundo. Se trata de la táctica conocida como el “círculo de la IA”, que combina herramientas avanzadas de inteligencia artificial y técnicas de ingeniería social para engañar a las víctimas y obtener acceso a sus cuentas.

Los estafadores utilizan perfiles diseñados para parecer legítimos, aprovechándose de la confianza que los usuarios depositan en las comunicaciones aparentemente oficiales de WhatsApp o de contactos conocidos. De hecho, una de las particularidades de esta estafa es el uso de números con el prefijo internacional +358, correspondiente a Finlandia, desde los cuales los delincuentes se hacen pasar por cuentas empresariales verificadas.

Utilizando la temática de Halloween para captar la atención de los usuarios y robar información a través de encuestas falsas.
Los delincuentes usan el círculo de la IA para engañar a incautos a través de WhatsApp. (Imagen ilustrativa). | Foto: Composición de SEMANA: con imagen de Getty y WhatsApp

¿Cómo funciona esta estafa?

Con la imagen de perfil del círculo azul que caracteriza a las cuentas asociadas a Meta AI, los ciberdelincuentes envían mensajes que buscan manipular emocionalmente a las víctimas, apelando a situaciones de urgencia o seguridad. Este enfoque, combinado con la creciente dependencia de la inteligencia artificial para personalizar los mensajes, hace que el engaño sea extremadamente convincente, exponiendo a millones de personas al riesgo de perder no solo sus cuentas, sino también información confidencial y contactos valiosos.

Estos ataques suelen realizarse a través de correos electrónicos, mensajes de texto, llamadas telefónicas o incluso a través de mensajes en redes sociales.
Estos ataques suelen realizarse a través de correos electrónicos, mensajes de texto, llamadas telefónicas o incluso a través de mensajes en redes sociales. | Foto: Getty Images

La estafa se hace efectiva una vez los ciberdelincuentes envían el mensaje que, a primera vista, parece inofensivo. Ellos se presentan como contactos confiables o incluso como representantes oficiales de WhatsApp, utilizando cuentas falsas o comprometidas. En estos mensajes, suelen incluir enlaces que redirigen a páginas fraudulentas diseñadas para parecer legítimas, como encuestas, actualizaciones de seguridad o promociones exclusivas.

Este primer paso busca captar la atención de la víctima y generar un ambiente de confianza, allanando el camino para el ataque. Además, para aumentar la efectividad del engaño, los estafadores integran herramientas de inteligencia artificial que les permiten personalizar los mensajes según el perfil de la víctima. A través del análisis de datos públicos, como redes sociales y correos electrónicos, ajustan sus mensajes con detalles específicos que incrementan su credibilidad.

Mensajes frases alarmantes como: “Dentro de las 24 horas siguientes a no realizarse ninguna acción de verificación, su página de fans y su cuenta serán eliminadas. Esta es nuestra decisión final” están diseñadas para generar un sentido de urgencia y miedo, dos emociones que impulsan al usuario a actuar rápidamente y caer en la trampa.

Si el usuario sigue el enlace, le pedirá que introduzca información personal o el código de verificación de WhatsApp que llega al teléfono. Este código es la llave que los delincuentes necesitan para secuestrar la cuenta. Una vez en control, los estafadores pueden suplantar a la víctima, extorsionar a sus contactos o incluso acceder a datos bancarios vinculados.