La mala práctica que puede agotar la batería de su portátil en tiempo récord

Los computadores desempeñan un papel fundamental en la vida diaria, influyendo en áreas tan diversas como la educación, la salud, la comunicación, la ciencia y los negocios. Estos dispositivos han transformado la forma en que los usuarios interactúan con la información, mejorando la eficiencia y la accesibilidad de maneras que antes se consideraban impensables. Entre los diferentes tipos, los portátiles han ganado gran popularidad en los últimos años, destacándose por su portabilidad y funcionalidad.

El atractivo de los portátiles radica en su capacidad para ser utilizados en cualquier lugar, ya sea en una cafetería, en el hogar, en una biblioteca o en una sala de espera. Esto permite que las personas cumplan sus deberes sin necesidad de estar atados a un espacio fijo, lo que facilita tanto el trabajo remoto como la colaboración a distancia.

Ya sea que se esté trabajando desde casa, viajando o participando en una conferencia, un portátil asegura que el trabajo continúe sin interrupciones. La posibilidad de conectarse a internet y utilizar software especializado desde cualquier lugar aumenta la flexibilidad laboral, especialmente en un contexto global que cada vez demanda mayor adaptabilidad.

Uno de los componentes más importantes de estos dispositivos es la batería, cuya capacidad es crucial para el correcto funcionamiento del equipo. Sin embargo, algunos hábitos incorrectos al momento de cargarla pueden reducir su vida útil, afectando el rendimiento general del portátil.

La forma en que nunca se debe cargar un portátil

Según expertos en la materia, las baterías de los portátiles se deterioran con el tiempo y el uso. De este modo, la forma en que se maneje y cuide la batería influirá directamente en su duración. En promedio, tiene una vida útil de unas 1,000 cargas completas, lo que equivale a un período de entre 2 y 4 años de uso.

Uno de los factores más perjudiciales para las baterías es la exposición a altas temperaturas. Estas elevan la velocidad de las reacciones químicas dentro de la batería, lo que acelera su degradación. Como resultado, su capacidad para almacenar carga disminuye, lo que implica que, con el tiempo, el dispositivo se descargará más rápidamente y necesitará recargarse con mayor frecuencia.

Las altas temperaturas no solo afectan la batería, sino que también pueden provocar que el sistema del portátil se sobrecaliente. Esto puede llevar a una disminución del rendimiento del procesador y otros componentes de hardware, que se verían obligados a trabajar a un ritmo más lento para evitar daños. Si la batería se encuentra sobrecalentada, este comportamiento podría intensificarse.

Por ello, los expertos recomiendan mantener el portátil en un lugar fresco y asegurarse de que el sistema de refrigeración, como los ventiladores y disipadores de calor, funcione adecuadamente para evitar el sobrecalentamiento de la máquina.

Por otro lado, se desaconseja el hábito de dejar que la batería alcance el 100% con la esperanza de alargar su vida útil. En su lugar, es preferible cargarla hasta un 85% o 90%. Este simple ajuste puede prolongar la duración de la batería, logrando entre 300 y 1,000 ciclos adicionales, dependiendo del tipo y modelo del equipo.

Aunque la vida útil de las baterías de los portátiles es limitada, los demás componentes del dispositivo pueden seguir funcionando durante más tiempo sin mayores inconvenientes. No obstante, la batería suele comenzar a deteriorarse en tan solo dos años. Aplicando algunos consejos para optimizar su carga, es posible duplicar su duración y extender su vida útil considerablemente.