La llamada telefónica que debe evitar responder para no caer en una peligrosa estafa

En la actualidad, las estafas en línea se han consolidado como un problema creciente que afecta a millones de usuarios en todo el mundo. El aumento de las transacciones virtuales, el uso masivo de las redes sociales y la interacción en plataformas de comercio electrónico han propiciado que los ciberdelincuentes desarrollen técnicas cada vez más sofisticadas para engañar a los usuarios.

Estos engaños pueden tener un impacto profundo, tanto en la seguridad financiera como en el bienestar emocional de las víctimas.

Es importante señalar que las estafas en línea generalmente siguen un patrón específico que puede desglosarse en varias etapas:

• En la fase inicial, los criminales recopilan información sobre las posibles víctimas. Esto puede implicar el uso de herramientas automatizadas que escanean perfiles en redes sociales o bases de datos públicas. Con esta información, los delincuentes pueden personalizar los ataques para que estos parezcan más legítimos y creíbles.

• Posteriormente, el hacker establece contacto con la víctima a través de algún medio de comunicación. Este contacto puede materializarse en un correo electrónico que simula ser enviado por una entidad confiable, como un banco o una tienda en línea, solicitando información sensible. En otros casos, los ciberdelincuentes se hacen pasar por personas conocidas en las redes sociales, estableciendo una relación aparentemente genuina.

• Una vez que la víctima ha mostrado interés, el delincuente recurre a tácticas para generar un sentido de urgencia o presentar una falsa oportunidad. Por ejemplo, podría ofrecer un producto con un descuento significativo, alertar sobre una actividad sospechosa en la cuenta bancaria de la víctima o incluso prometer una relación sentimental a través de un romance en línea. En esta etapa, el objetivo del estafador es obtener datos sensibles, como contraseñas, números de tarjetas de crédito, direcciones u otra información que le permita ejecutar fraudes financieros o, en algunos casos, robar la identidad de la víctima.

En este contexto, es importante destacar que, dadas las diversas modalidades de engaño empleadas por los delincuentes, ha surgido una nueva forma de estafa relacionada con la seguridad social.

Según medios internacionales como Computer Hoy, este tipo de ataque informático se lleva a cabo en España mediante mensajes de texto o llamadas telefónicas en las que los piratas informáticos se hacen pasar por representantes de la entidad. Informan a la víctima que es necesario actualizar sus datos, bajo la amenaza de que, de no hacerlo, podrían enfrentarse a la suspensión de los servicios o posibles sanciones administrativas.

Durante la conversación, los bandidos solicitan una foto del Documento Nacional de Identidad (DNI) y los extractos bancarios de la víctima, con el pretexto de completar el proceso. Finalmente, piden que esta información se envíe a una cuenta de correo electrónico que, a simple vista, parece poco segura. En ese momento, los estafadores obtienen todo lo necesario para perpetrar el ataque y acceder a las cuentas bancarias utilizando los datos obtenidos.

La seguridad social, una de las instituciones más relevantes en cualquier país, se ha convertido también en uno de los objetivos preferidos por los estafadores en España.

No obstante, con la debida precaución y conocimiento, es posible protegerse eficazmente de este tipo de fraudes. Es fundamental verificar siempre la autenticidad de las fuentes, evitar ceder a la presión de actuar con rapidez y nunca proporcionar información personal a través de canales no oficiales.

Mantenerse alerta, informarse adecuadamente y no dudar en contactar con la entidad ante cualquier duda sobre la veracidad de una comunicación recibida son medidas esenciales para prevenir ser víctima de este tipo de fraudes.