Tecnología
La estafa más difícil de detectar y en la que es más fácil caer, según la inteligencia artificial
Una investigación con IA reveló una estafa digital casi imposible de identificar y muy común entre usuarios.

El avance de las tecnologías también ha dado paso a fraudes más elaborados. Según los análisis impulsados por algoritmos de inteligencia artificial, el phishing, es una técnica de engaño mediante correos electrónicos, mensajes de texto o sitios web falsos, ha evolucionado a niveles casi indetectables.
Estos nuevos métodos no solo imitan a la perfección plataformas oficiales, sino que también adaptan los mensajes a cada víctima mediante el uso de datos personales extraídos de redes sociales o filtraciones previas.
Lo que hace que este tipo de estafa sea tan peligrosa es su capacidad para parecer legítima. Los estafadores se valen de logotipos, nombres reales de empresas y hasta firmas digitales creíbles. En muchos casos, los mensajes están escritos sin errores ortográficos, lo que rompe con el patrón habitual de los fraudes tradicionales y disminuye las sospechas.
La manipulación emocional como herramienta principal
La IA también identificó un patrón común en este tipo de cibercrimen: la explotación emocional. Los mensajes suelen apelar al miedo, la urgencia o la recompensa inmediata. Por ejemplo, alertas de seguridad falsas que indican movimientos sospechosos en una cuenta bancaria, o supuestos premios de sorteos que la víctima no recuerda haber participado.
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Esta táctica no solo busca engañar intelectualmente al usuario, sino también forzarlo a actuar impulsivamente, sin detenerse a verificar la fuente. La inmediatez es clave para los estafadores: cuanto menos tiempo tenga la persona para pensar, mayores serán las probabilidades de éxito.
Recomendaciones para no caer en la trampa
Frente a esta amenaza, los expertos en ciberseguridad y los sistemas basados en IA recomiendan varias medidas preventivas:
- Desconfiar de mensajes urgentes: ya sea una advertencia o una oferta, si genera ansiedad inmediata, es probable que sea fraudulento.
- Verificar siempre el remitente: los correos legítimos de bancos o servicios oficiales no provienen de cuentas genéricas ni de dominios sospechosos.
- No ingresar datos desde enlaces dudosos: en su lugar, se recomienda acceder manualmente al sitio oficial desde el navegador.
- Activar la verificación en dos pasos: esta medida reduce significativamente la posibilidad de que los delincuentes accedan a cuentas personales, incluso si obtienen contraseñas.

La inteligencia artificial ha demostrado ser una aliada en la detección de estas amenazas, pero la educación digital del usuario sigue siendo clave. Mientras más sofisticadas se vuelven las estafas, mayor debe ser la preparación para identificarlas y evitarlas.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.