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Este es el lugar en el mundo que vive sin celulares ni wifi: esta sería la sorprendente razón científica

Allí, poco más de 200 residentes viven bajo normas estrictas que restringen el uso de aparatos electrónicos de manera drástica.

10 de agosto de 2025, 12:27 p. m.
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El motivo de estas estrictas restricciones radica en que Green Bank se encuentra dentro de la denominada Zona Nacional de Silencio Radioeléctrico. | Foto: Getty Images

Con los avances tecnológicos, las pantallas, asistentes virtuales y redes inalámbricas forman parte del entorno habitual que conectan a las personas sin importar la distancia. Sin embargo, esta conectividad constante puede convertirse en una carga si no se establecen barreras claras.

Un ejemplo de ello son las comunidades que han optado por alejarse de este ritmo digital, apostando por una vida sin dependencia de los dispositivos electrónicos. Este es el caso de Green Bank, una pequeña localidad en Virginia Occidental reconocida por su apodo de “el pueblo más silencioso de Estados Unidos”.

Allí, poco más de 200 residentes viven bajo normas estrictas que restringen el uso de aparatos electrónicos de manera drástica. Entre las regulaciones más peculiares se encuentra la limitación para emplear celulares, cuyo uso solo se autoriza en circunstancias específicas y bajo un control riguroso, preservando así un entorno libre de interferencias tecnológicas.

El motivo de estas estrictas restricciones radica en que Green Bank se encuentra dentro de la denominada Zona Nacional de Silencio Radioeléctrico, un espacio creado para reducir al mínimo cualquier tipo de interferencia electromagnética.

Esta protección resulta esencial para el trabajo del Telescopio Robert C. Byrd Green Bank, considerado el radiotelescopio orientable más grande del planeta, con una imponente estructura de 148 metros de altura. Su misión principal es captar señales de radio procedentes del universo, desde emisiones del sistema solar hasta indicios de actividad en galaxias muy distantes.

La más mínima emisión de ondas electromagnéticas por parte de un aparato electrónico podría alterar o incluso anular los datos que el telescopio registra. Por ello, se ha establecido un perímetro amplio en el que está prohibido el uso de dispositivos como teléfonos móviles, hornos microondas, auriculares inalámbricos o enrutadores wifi.

Estas medidas buscan preservar un ambiente libre de interferencias artificiales, garantizando que las observaciones astronómicas se realicen con la mayor precisión posible.

En Green Bank, las normas que restringen el uso de dispositivos electrónicos no se consideran simples recomendaciones, sino obligaciones respaldadas por sanciones económicas significativas en caso de incumplimiento.

Para garantizar su cumplimiento, un equipo especializado se encarga de monitorear la zona y detectar cualquier infracción que pueda poner en riesgo la actividad científica del lugar. Así, tanto los habitantes como los turistas que lo visitan deben adaptarse y acatar estas reglas, evitando el uso de aparatos que emitan señales electromagnéticas.

Más allá de su función científica, esta normativa ha convertido al pueblo en un destino particular para personas electrosensibles, quienes afirman experimentar malestar ante la exposición a ondas electromagnéticas.

Este lugar del mundo representa un espacio seguro y libre de este tipo de emisiones. Del mismo modo, se ha transformado en un refugio para quienes desean alejarse del ritmo acelerado y de la saturación tecnológica, encontrando en este rincón de Virginia Occidental un lugar para reconectar con la calma y la naturaleza.

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