Tecnología
Este electrodoméstico, aunque esté apagado, podría multiplicar el consumo de energía si permanece conectado a la corriente
Algunos aparatos eléctricos esenciales en el hogar permanecen conectados por comodidad, para poder usarlos rápidamente, pero esto puede repercutir en la factura de electricidad.


Seguramente en algún momento ha escuchado sobre el famoso consumo “stand-by”, un fenómeno que se refiere a la energía que algunos dispositivos eléctricos continúan utilizando incluso cuando están apagados o en modo espera, siempre que permanezcan conectados a la toma de corriente. Aunque pueda parecer insignificante, este consumo puede tener un impacto notable en los costos de energía.
Muchos aparatos en el hogar se encuentran constantemente en este estado. Televisores, consolas de videojuegos e incluso electrodomésticos como la lavadora o la nevera permanecen conectados, listos para usarse en cualquier momento. Si bien esta práctica puede parecer inofensiva, se refleja directamente en la factura de electricidad mensual.
Según explica Factorenergía en su portal: “Este tipo de consumo se presenta frecuentemente en múltiples dispositivos que, aunque no estén activos, requieren una mínima energía para mantener ciertas funciones, como luces indicadoras o módulos que permiten una reactivación rápida. Sin la debida atención, los costes acumulados por este consumo pueden resultar sorprendentes”.

Un error común es dejar el cargador del celular conectado. Por comodidad, muchas personas prefieren no estar conectándolo y desconectándolo constantemente, pero esto también contribuye al consumo “stand-by”. Más allá de los cargadores, los dispositivos con indicadores LED son los que más energía utilizan en este estado, ya que requieren mantener encendidas sus luces para funcionar correctamente.
Un caso particular y muy común en los hogares es el del ordenador de escritorio. Estos equipos generan un gasto constante incluso en reposo, aunque la magnitud depende del modelo y del uso que se les dé.
Según Energuide.be: “Un ordenador de escritorio completo consume una media de 200 vatios-hora (Wh), lo que equivale a la suma del consumo por hora del propio ordenador (171 W), el módem de internet (10 W), la impresora (5 W) y los altavoces (20 W). Suponiendo que el ordenador esté encendido ocho horas al día, el consumo anual asciende a 600 kWh”.
Aunque en modo espera el consumo es menor que cuando el dispositivo está encendido, es importante considerar estos detalles para mejorar los hábitos de uso de energía en el hogar.
Como señalan desde la fuente en mención: “El gasto silencioso en kWh se refiere a la energía consumida por los dispositivos eléctricos cuando están inactivos. Este tipo de consumo, aunque no se percibe en el día a día, puede acumularse rápidamente y generar un impacto significativo en las facturas eléctricas”.

Para reducir gastos innecesarios, lo más recomendable es desenchufar los dispositivos cuando no se están usando, salvo aquellos que requieren alimentación constante, como la nevera o el router.
Además, existen soluciones prácticas para gestionar la energía de varios aparatos al mismo tiempo. Las regletas con interruptores permiten cortar la corriente de todos los dispositivos conectados de manera rápida y segura. De manera complementaria, los temporizadores ofrecen la posibilidad de programar el encendido y apagado de equipos como televisores o sistemas de audio, activándolos automáticamente según el horario que se establezca.