Tecnología

Estafa en línea: el detalle que no puede pasar por alto a la hora de comprar en una página web

Los ciberdelincuentes emplean tácticas emocionales como el miedo, la urgencia y la emoción para presionar a sus víctimas.

21 de febrero de 2025, 9:53 p. m.
Hackers crean tiendas virtuales falsas para estafar.
Hackers crean tiendas virtuales falsas para estafar. | Foto: Getty Images

En la actualidad, en un contexto digitalizado marcado por los avances tecnológicos, los ciberdelincuentes han encontrado un nicho en la vida personal y financiera de los usuarios, empleando artimañas cada vez más sofisticadas que ponen en riesgo su seguridad en línea.

Las estafas virtuales, que se han vuelto una constante, siguen evolucionando. Nuevas modalidades surgen a diario, siendo cada vez más difíciles de identificar, ya que los hackers se ingenian para esconderse en la red de manera sigilosa y evadir su detección.

Una de las tácticas más comunes es la suplantación de identidad de tiendas en línea, dado que el comercio electrónico ha emergido como una solución práctica para aquellos que prefieren adquirir productos o servicios sin tener que salir de casa. No obstante, es fundamental estar alerta a ciertas señales que podrían indicar que un sitio web no es confiable.

En algunos casos, los ciberdelincuentes han logrado imitar el tono y la forma de hablar de empleados reales de Google.
Una de las tácticas más comunes de los estafadores es crear sitios web falsos que imitan tiendas en línea legítimas, | Foto: Getty Images

Aunque la distinción entre tiendas legítimas y falsas se ha vuelto más complicada, existen características clave que facilitan su identificación. Según expertos en ciberseguridad, las páginas web oficiales utilizan un protocolo de seguridad denominado HTTPS (Hypertext Transfer Protocol Secure), que cifra la información intercambiada entre el navegador del usuario y el servidor. Si la URL comienza con “http://” en lugar de “https://”, esto indica que el sitio no está utilizando una conexión segura.

Además, los sitios falsos suelen imitar direcciones, pero con pequeñas alteraciones en el nombre del dominio, como la sustitución de letras (por ejemplo, “amaz0n” en lugar de “amazon”). En palabras de los expertos de Kaspersky, “los sitios web diseñados para estafar no siempre están bien elaborados, y un ojo atento puede descubrirlo. Para evitar una inspección minuciosa, estos sitios apelan a un componente esencial de la ingeniería social: la emoción”.

Por otro lado, aunque las extensiones más comunes como .com, .org, .gov o .edu son típicas de sitios confiables, el uso de extensiones inusuales o nuevas (como .xyz, .club, entre otras) puede ser una señal de advertencia. Si bien algunas páginas legítimas también pueden emplear estas extensiones, es un detalle a considerar.

Se recomienda no hacer clic en enlaces sospechosos, especialmente si estos provienen de correos electrónicos, mensajes o redes sociales. En su lugar, lo más seguro es escribir directamente la URL en el navegador. Asimismo, es vital contar con un software antivirus actualizado, ya que un buen antivirus puede detectar sitios fraudulentos o peligrosos. Herramientas de verificación de URL, también pueden ser de gran ayuda para analizar su seguridad antes de acceder a él.

Las contraseñas pueden ser vulneradas fácilmente.
Las contraseñas pueden ser vulneradas fácilmente. | Foto: Getty Images

La manipulación emocional es una de las estrategias más sutiles utilizadas por los ciberdelincuentes para engañar a los usuarios. De acuerdo con los especialistas, los estafadores apelan a diversas tácticas emocionales para desactivar los instintos naturales de desconfianza de las víctimas, tales como:

  • Miedo: Alertas falsas sobre virus o problemas con una cuenta generan pánico, lo que impulsa a la víctima a actuar rápidamente, sin cuestionar la veracidad de la información.
  • Urgencia: Advertencias sobre la seguridad de la cuenta u ofertas limitadas presionan a la víctima a tomar decisiones precipitadas, sin tiempo para reflexionar adecuadamente.
  • Emoción: Promesas tentadoras, como premios fáciles o propuestas de riqueza rápida, despiertan un entusiasmo que puede cegar a la persona ante los posibles riesgos o consecuencias negativas.

Este enfoque emocional es, según la compañía de seguridad en línea, un componente clave para que los estafadores logren desviar el juicio y la prudencia de los usuarios.