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¿Es uno de los “afortunados” de los 300.000 pesos? El último mensaje que verá antes de que le desocupen la cuenta

Los delincuentes están utilizando un falso anuncio de dinero fácil para vaciar cuentas bancarias en cuestión de segundos.

David Alejandro Rojas García

David Alejandro Rojas García

Periodista en Semana

26 de septiembre de 2025, 9:42 p. m.
Lo que parece ser una recompensa por azar termina siendo una maniobra para despojar a las víctimas de sus ahorros.
La técnica de smishing vuelve a circular en el país con un nuevo gancho: un falso premio en dinero. | Foto: Composición de SEMANA con imágenes del portal Getty

En Colombia, las modalidades de estafa no se detienen. Cada vez los cibercriminales continúan creando nuevas formas de robar dinero, donde los intentos de engaño cambian constantemente. Se hacen pasar por instituciones importantes como entidades bancarias, familiares y ahora, incluso prometen premios atractivos.

No es un tema reciente el engaño a través de mensajes, pero sí lo es la forma en que los delincuentes intentan sorprender a las víctimas. En este caso, utilizaron un mensaje en el cual prometían un premio de 300.000 pesos colombianos, acompañado del texto: “¡Felicidades!”.

El mensaje que llegó al teléfono celular de la víctima, quién hizo el reporte a SEMANA, fue es el siguiente:

Expertos advierten que responder a este tipo de mensajes puede abrir la puerta al robo inmediato de información bancaria.
Un mensaje de “felicitaciones” por un supuesto premio esconde detrás una peligrosa estrategia de fraude cibernético. | Foto: SEMANA

“¡Felicidades! Eres uno de los afortunados. Reclama tus 300.000 COP ahora. Envíame un mensaje a mi Wassa para más información: (aquí viene un enlace que redirige a WhatsApp)”, tal como se puede ver en la imagen de arriba.

¿En qué consiste la estafa?

La estafa busca aprovecharse del afán de la víctima. De primero, le hacen creer que ha ganado un dinero dentro de un grupo de supuestos “afortunados”. Esto genera que la persona ingrese de inmediato al mensaje para reclamar el dinero, por supuesto, a través de un enlace de WhatsApp que redirige a un chat donde la esperan los estafadores.

Expertos alertan sobre llamadas extranjeras que buscan obtener datos bancarios y contraseñas.
Lo que parece ser una recompensa por azar termina siendo una maniobra para despojar a las víctimas de sus ahorros. | Foto: Getty Images

Una vez dentro, de acuerdo con reportes de expertos que han identificado este tipo de estafa llamada smishing, los delincuentes pueden hacerse pasar por una entidad importante y señalar que la cédula ha sido seleccionada dentro de varios postulantes beneficiarios. Para continuar, le solicitan al usuario llenar un formulario o, en otros casos, descargar una aplicación para poder recibir el dinero en línea.

  • En caso de enviar el formulario, que contiene datos sensibles, esa información será suficiente para que un estafador logre acceder a la cuenta bancaria de la víctima y vaciarla en cuestión de segundos.
  • Por otra parte, si se trata de una aplicación, esta puede provenir de sitios de terceros, lo que significa que puede incluir un virus poderoso que infecte el celular y permita hackearlo fácilmente.

No caiga en la segunda fase del engaño

Es importante no entrar al enlace ni responder absolutamente nada, pues esa es la segunda fase del intento de estafa. Cuando un usuario responde a los delincuentes, incluso sabiendo que se trata de un engaño, en realidad está confirmando que ese número de celular pertenece a una persona real.

Esto hace que los estafadores replanteen el método de engaño y con el tiempo, vuelvan a intentar el fraude de otra manera, sabiendo que el número es legítimo.

La inteligencia artificial y la ciberseguridad son dos caras de la misma moneda, así lo afirman expertos.
Las faltas de ortografía también son clave en la detección de estafas. | Foto: Boletín de Shape the future with confidence

Recuerde no ingresar a este tipo de enlaces ni responderlos. Tenga en cuenta que una de las recomendaciones de los expertos es hacer caso omiso a estos mensajes y no interactuar con ellos. En este caso particular, la palabra “wassa” y las faltas de ortografía fueron determinantes para que una persona de la tercera edad, con conocimientos básicos en ciberestafas, lograra identificar que se trataba de un engaño.