Tecnología
En su hogar, un electrodoméstico puede esconder costosas pepitas de oro
Un revolucionario avance tecnológico está cambiando la forma en que se recuperan metales preciosos de los desechos electrónicos.
Investigadores del ETH Zurich han desarrollado un método innovador que permite extraer oro de aparatos descartados, abriendo la puerta a una reutilización rentable y ecológica de estos residuos.
Un innovador método para recuperar metales valiosos
La investigación llevada a cabo por el equipo suizo se centra en transformar desechos electrónicos en una fuente de metales preciosos. Concretamente, el método se aplica a las placas base de computadoras desechadas.
Al tratar aproximadamente 20 de estas placas, los científicos lograron obtener una pepita de oro de 22 quilates que pesa 450 miligramos, lo que representa un valor comercial aproximado de 33 dólares (aproximadamente 138.000 pesos colombianos).
El proceso es tan fascinante como sorprendente. Los investigadores han diseñado un dispositivo que, al sumergirse en la solución de metales extraídos de las placas electrónicas, es capaz de atraer y concentrar los iones de oro.
Posteriormente, al calentar el dispositivo, los iones se transforman en pequeñas escamas, que se fusionan para formar pepitas de oro. Esta técnica no solo optimiza la recuperación del metal, sino que también abre nuevas posibilidades para el reciclaje de materiales que, de otro modo, terminarían como residuos nocivos para el medio ambiente.
Tecnología derivada de residuos lácteos
@jesusgaitan805 Oro electonicos chatarra #work #oro #plata #sterling #diamantes #fyp ♬ sonido original - Jesus gaitan
La creación de la “esponja” de proteínas
Entre los aspectos más sorprendentes de este método se destaca el origen del material empleado para extraer el oro. Los investigadores han ideado una esponja, fabricada a partir de fibrillas proteicas finamente estructuradas, derivadas de los residuos lácteos generados durante la producción del queso.
Estos residuos, comúnmente desechados, se transforman en un material con propiedades excepcionales para la captación de iones metálicos.
Cuando las proteínas del suero se exponen a altas temperaturas, su estructura cambia y se vuelve más ácida. Este cambio permite la formación de diminutas fibrillas, que al secarse se consolidan en una especie de gel o esponja.
Esta esponja posee la capacidad de atraer y retener iones de oro cuando se sumerge en soluciones resultantes de la disolución de las placas base de los equipos electrónicos.
De la disolución a la formación del oro
El proceso de extracción es sencillo en apariencia, pero su eficacia radica en el control de varias variables químicas y térmicas. Primero, al sumergir las placas base en una solución, se logra disolver y ionizar los metales presentes.
La esponja de fibrillas proteicas, al entrar en contacto con esta solución, capta selectivamente los iones de oro. Posteriormente, al someter la esponja a un proceso de calentamiento, los iones se transforman en escamas metálicas.
Finalmente, mediante un proceso de fundición, estas escamas se compactan para formar la pepita de oro, lista para su comercialización o reutilización.
Este descubrimiento tiene un impacto doblemente positivo. Por un lado, permite extraer y reutilizar un recurso valioso, reduciendo la dependencia de la minería tradicional y sus efectos ambientales.
Por otro, genera una fuente de ingresos a partir de residuos electrónicos, convirtiendo aparatos que normalmente se descartarían en una oportunidad de negocio.