El peligroso método con inteligencia artificial que delincuentes estarían usando para hackear redes wifi

La tecnología ha transformado profundamente la vida moderna, modificando la manera en que las personas se comunican, interactúan, se informan y entretienen. Sin embargo, este progreso también ha traído consigo nuevos desafíos, especialmente en materia de seguridad digital. Los ciberdelincuentes han sabido aprovechar estos avances para perfeccionar sus métodos y cometer delitos informáticos con mayor sofisticación.

Uno de los desarrollos tecnológicos más recientes y con mayor impacto es la inteligencia artificial (IA), una herramienta capaz de procesar grandes volúmenes de datos y responder a solicitudes en cuestión de segundos mediante sistemas como los chatbots.

Aunque su uso se ha expandido en contextos educativos, organizacionales y personales, la IA también ha sido adoptada por actores maliciosos que la utilizan para planear y ejecutar ataques cibernéticos. Uno de los objetivos más frecuentes: las redes wifi.

Inteligencia artificial al servicio del cibercrimen

En manos equivocadas, los sistemas de inteligencia artificial pueden ser reconfigurados para facilitar actividades ilícitas. Entre estas se encuentran la recopilación de contraseñas, la detección de redes vulnerables y la ejecución de ataques automatizados. Para los criminales, la IA representa una herramienta eficiente y poderosa para agilizar el proceso de hackeo.

Una de las estrategias más empleadas consiste en el uso de chatbots diseñados con técnicas de ingeniería social. Estos programas simulan conversaciones con técnicos de soporte o representantes de empresas reconocidas, logrando que usuarios desprevenidos compartan información sensible como nombres de red (SSID), contraseñas, direcciones MAC y otros datos útiles para vulnerar redes inalámbricas.

“Gracias al aprendizaje automático integrado dentro de la IA, esta tecnología, sin necesidad de intervención humana, es capaz de detectar vulnerabilidades y brechas de seguridad en los sistemas informáticos de manera más eficiente y a gran escala. Además, puede utilizarse para generar y distribuir malware y automatizar procesos de ataque”, advierten desde ESED, firma especializada en seguridad digital.

Otra técnica sofisticada es el uso de redes neuronales entrenadas con bases de datos filtradas de contraseñas. Estos modelos son capaces de identificar patrones comunes en las claves utilizadas por los usuarios —como fechas de nacimiento, nombres propios o términos frecuentes—, lo que les permite generar millones de combinaciones posibles en cuestión de minutos.

También se ha detectado el uso de IA para analizar el tráfico de red. Mediante el monitoreo de señales wifi y paquetes de datos, los atacantes emplean algoritmos de aprendizaje automático para identificar patrones de comportamiento y puntos débiles en la configuración de los routers o en los dispositivos conectados. Con esta información, los sistemas automatizados pueden lanzar ataques dirigidos sin intervención humana directa.

Adicionalmente, los delincuentes han perfeccionado las herramientas de fuerza bruta con capacidades inteligentes. A diferencia de los métodos tradicionales, estos sistemas priorizan las combinaciones más probables, reduciendo significativamente el tiempo necesario para descifrar contraseñas débiles.

La ciberseguridad, en carrera contra la IA maliciosa

Frente a este panorama, los expertos en ciberseguridad insisten en la necesidad de adoptar medidas preventivas robustas. Entre las principales recomendaciones se encuentran el uso de protocolos de cifrado avanzados como WPA3, la creación de contraseñas complejas y únicas, y la actualización regular del firmware de los routers.

A su vez, las empresas comienzan a implementar soluciones defensivas basadas en inteligencia artificial que permiten detectar comportamientos anómalos en tiempo real y responder con rapidez ante posibles intrusiones.