El inofensivo aparato eléctrico que nunca debería quedar conectado después de cada uso, para evitar una tragedia en casa

En la rutina diaria, es común que las personas pasen por alto detalles como dejar algunos electrodomésticos encendidos durante horas o incluso de manera constante, sin pensar en las consecuencias que esto puede acarrear. Aunque este dispositivo parece inofensivo cuando no está funcionando, puede convertirse en un riesgo latente si permanece enchufado de forma continua.

Uno de los electrodomésticos más utilizados en millones de hogares alrededor del mundo, pero que podría representar un grave peligro es la tostadora. Su facilidad de uso y rapidez para calentar o dorar pan la convierten en una herramienta esencial en las rutinas matutinas. Sin embargo, a pesar de su aparente inocencia, este pequeño aparato puede convertirse en un verdadero riesgo de incendio si no se toman precauciones básicas.

Las tostadoras, por su diseño, trabajan generando calor intenso para dorar el pan, lo que las convierte en una fuente potencial de incendio en cualquier cocina. Aunque estén en buen estado y funcionen correctamente, el riesgo no desaparece por completo. El problema surge cuando se ignoran pautas básicas de seguridad en su uso diario.

De acuerdo con especialistas como los de Jim’s Test & Tag, reseñan en un artículo que, una de las prácticas más riesgosas es dejar la tostadora enchufada una vez finalizada su función. Más allá del consumo energético innecesario, esto puede provocar recalentamientos, fallas internas o incluso cortocircuitos, que podrían desencadenar un incendio sin previo aviso.

En ese contexto, dentro de los factores de riesgo más subestimados es la acumulación de migas en la base del aparato. Esta acumulación actúa como material inflamable que, al combinarse con un fallo en el termostato o un recalentamiento inesperado, puede generar una llama interna difícil de detectar a tiempo. Si a esto se le suma la presencia cercana de cortinas, servilletas o papel, el escenario se vuelve crítico.

¿Cómo saber si la tostadora está en mal estado?

Ante la sospecha de una avería o del mal estado de la tostadora, lo primero que debe hacer es verificar si su uso es seguro. Para ello, es importante revisar si presenta daños visibles, como desgaste en el aparato, cables pelados o rotos, enchufes deteriorados o decoloración en el plástico exterior. Si detecta alguna de estas señales, lo más recomendable es no utilizar el electrodoméstico y considerar su reparación o reemplazo, según información del portal citado anteriormente.

Asimismo, es importante limpiar regularmente el compartimento de las migas para evitar acumulaciones peligrosas. Muchos modelos incluyen una bandeja extraíble que facilita esta tarea. También, realizar limpieza al menos una vez por semana si el aparato se utiliza con frecuencia.

Otra recomendación clave es evitar colocar la tostadora cerca de materiales inflamables y asegurarse de que esté situada sobre una superficie estable y resistente al calor. Además, conviene revisar periódicamente el estado del cable de alimentación y evitar el uso de extensiones o enchufes múltiples compartidos con otros aparatos de alto consumo.