Tecnología
El error más común al usar el horno eléctrico, que estaría aumentando el consumo de energía en la casa
Muchos hogares están cometiendo un descuido frecuente al usar este aparato, lo que no solo eleva la factura, sino que reduce la eficiencia del electrodoméstico.


El horno eléctrico es un electrodoméstico ampliamente utilizado en hogares y establecimientos comerciales para cocinar, hornear, asar o calentar alimentos. A diferencia de los hornos de gas, este aparato funciona mediante resistencias eléctricas que generan calor, distribuyéndolo en el interior de una cavidad cerrada.
Sin embargo, uno de los errores más comunes al utilizar el horno eléctrico es abrir constantemente la puerta durante el proceso de cocción. Aunque pueda parecer inofensivo, este hábito representa un significativo derroche de energía.

De acuerdo con Enel Colombia, utilizar el horno eléctrico durante una hora puede representar un consumo similar al de tener entre 20 y 30 bombillos de 100 vatios encendidos al mismo tiempo.
Esto implica que una sola receta, si se cocina de manera ineficiente, podría duplicar o incluso triplicar el consumo eléctrico de un día. La compañía aconseja ser cuidadoso con el uso de este aparato, especialmente en lo que respecta al momento del día en que se activa, ya que hacerlo en horarios de alta demanda puede aumentar considerablemente la factura.
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Además, advierte que abrir la puerta del horno mientras está en funcionamiento puede generar una pérdida de entre el 20 % y el 30 % del calor interno, lo que obliga al sistema a trabajar más para recuperar la temperatura, incrementando aún más el gasto de energía.
¿Cómo optimizar el uso del horno y reducir el gasto eléctrico?
Para evitar estos errores y mejorar la eficiencia energética del hogar, expertos recomiendan adoptar una serie de prácticas sencillas. Una de ellas es cocinar varias preparaciones de manera consecutiva, aprovechando que el horno ya está caliente, reduce la necesidad de precalentarlo varias veces al día.

Adicionalmente, revisar el estado del empaque de la puerta. Una goma desgastada o una puerta mal cerrada puede ocasionar fugas de calor, forzando al horno a funcionar de forma más intensa. Reemplazar este sello cuando se note deteriorado es una inversión menor que puede ahorrar costos a largo plazo.
El uso de recipientes adecuados también influye. Los utensilios de cerámica o vidrio conservan mejor el calor y permiten una cocción más uniforme, lo que acorta el tiempo de uso. Además, evitar colocar objetos metálicos que puedan reflejar el calor de forma ineficiente.