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El error común que está cometiendo al pagar con su tarjeta bancaria que podría exponerlo a ser víctima de fraude

Los métodos de pago con tarjeta han traído consigo riesgos, particularmente en lo que respecta a fraudes y errores administrativos.

Valentina Castañeda Sierra

Valentina Castañeda Sierra

Periodista en Semana

4 de agosto de 2025, 12:06 p. m.
En ocasiones, los delincuentes obtienen acceso a los detalles de las tarjetas y realizan compras sin el conocimiento del titular.
En ocasiones, los delincuentes obtienen acceso a los detalles de las tarjetas y realizan compras sin el conocimiento del titular. | Foto: Getty Images

Los fraudes se han convertido en una de las principales problemáticas que enfrentan los países en la actualidad, ya que no se limitan a una región específica del mundo. Son múltiples las personas afectadas por los ciberdelincuentes, quienes han encontrado en la tecnología una herramienta eficaz para llevar a cabo ataques masivos, robar datos y apropiarse del dinero de los usuarios sin mayor esfuerzo. Esto deja a las víctimas expuestas a una serie de peligros.

Esta realidad incrementa cada vez más la necesidad de que los usuarios implementen métodos de protección para salvaguardar sus datos financieros y evitar vulnerabilidades. En la actualidad, gracias a la inteligencia artificial, aplicaciones de edición y otras tecnologías, es sencillo modificar cualquier tipo de información con fines fraudulentos. En este contexto, la clonación de tarjetas se ha convertido en una de las mayores preocupaciones.

Sin embargo, los expertos advierten que, en muchos casos, las propias víctimas facilitan el trabajo de los delincuentes a través de simples errores que, al final, pueden convertirse en su mayor debilidad. Un ejemplo de ello es la negativa a recibir el recibo después de realizar un pago con tarjeta. Este pequeño documento contiene los detalles de la transacción y, en caso de ser necesario, puede servir como prueba de que el monto cobrado fue el correcto.

Ladrón - Tarjeta de crédito - Ladrón datáfono
Los delincuentes están al acecho para robar a los usuarios. | Foto: Getty Images

Con frecuencia, las personas se sienten presionadas a rechazar el recibo por diversas razones, sin saber que, al hacerlo, están dejando de lado una herramienta crucial para respaldar la legitimidad de su pago. Además, a pesar de las notificaciones que pueden llegar al celular, estas a veces no se reciben debido a errores de conexión o problemas en la aplicación, por lo que contar con el comprobante físico se vuelve aún más importante en caso de disputas.

En ocasiones, los delincuentes logran obtener acceso a los detalles de las tarjetas y realizar compras sin el consentimiento del titular. Si el consumidor no tiene un recibo, será mucho más complicado demostrar que la compra no fue realizada por él, ya que este documento es la prueba más sólida de la transacción.

Por otro lado, los errores en la facturación son una situación común que, podría evitarse o corregirse de manera sencilla si se cuenta con el recibo del pago. Un ejemplo de ello es cuando se cobra una cantidad mayor a la acordada o se incluye un artículo no solicitado. Sin el recibo, al cliente le resultará más difícil argumentar que el cargo es incorrecto.

Errores comunes al usar un datáfono pueden comprometer la seguridad bancaria.
Pagar con tarjeta es práctico, pero ciertos descuidos pueden facilitar fraudes. | Foto: Getty Images

A su vez, los comerciantes también pueden cometer errores administrativos en sus sistemas de procesamiento de pagos. En estos casos, un recibo claro y bien detallado facilita la identificación de cualquier discrepancia, permitiendo una corrección rápida y eficiente. Sin este documento, el proceso se vuelve más complejo y aumenta el riesgo de que el problema persista durante un período prolongado.

Es fundamental resaltar que los recibos no solo son útiles en situaciones de fraude, sino también en la gestión personal de las finanzas. Funcionan como una referencia clave para controlar los gastos y conciliar los estados de cuenta, lo que permite tener una visión más clara de los hábitos de consumo. Además, son documentos esenciales en caso de devoluciones o cambios de productos, lo que refuerza los derechos fundamentales de los consumidores.