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El antiguo vaticinio que siempre ha marcado la muerte del papa
La partida del pontífice argentino da nuevo impulso a una predicción del siglo XVI que habla de un último papa antes del juicio final.
La mañana del lunes 21 de abril de 2025 estuvo marcada por un anuncio que sacudió a la Iglesia Católica y al mundo: el cardenal Kevin Joseph Farrell, en su rol de Camarlengo de la Santa Sede, confirmó la muerte del papa Francisco.
“Queridos hermanos y hermanas, con profundo dolor debo anunciar el fallecimiento de nuestro Santo Padre Francisco. A las 7:35 de esta mañana, el Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre".
Asimismo, Farrell señaló qué Francisco será recordado por su entrega pastoral, su enfoque en la inclusión social y su lucha incansable por los sectores más vulnerables.
Pero junto a la tristeza por su partida, también resurgió un antiguo vaticinio que, para muchos, cobra ahora un inquietante sentido.
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Nostradamus y sus oscuros augurios sobre el papado
Michel de Nôtre-Dame, más conocido como Nostradamus, fue un médico y astrólogo francés del siglo XVI que alcanzó notoriedad por sus crípticos versos proféticos.
Su obra más conocida, Les Prophéties, publicada por primera vez en 1555, ha sido objeto de interpretaciones durante siglos, especialmente en momentos de crisis global o cambios de liderazgo trascendentales.
En uno de sus fragmentos más citados, el enigmático autor plantea una secuencia de pontífices que, según la lectura de algunos estudiosos, marcaría la cuenta regresiva hacia un final apocalíptico: “Primero vendrá un Papa extranjero, luego un Papa viejo y, finalmente, un Papa negro, y con él, el fin del mundo”, señala.
El “Papa Negro”: símbolo o figura literal del desenlace
Con el deceso del papa Francisco, de origen argentino, y considerado por algunos como el “Papa extranjero”, las miradas se vuelven ahora hacia su sucesor.
La siguiente figura pontificia, de acuerdo con la profecía, correspondería a un líder “anciano”, antesala del temido “Papa negro”.
Este último concepto ha generado diversas interpretaciones a lo largo del tiempo. Algunos creen que se refiere al color literal de la piel del futuro pontífice; otros sostienen que se trata de una alusión simbólica, vinculada al poder dentro de la Compañía de Jesús (cuyo superior general ha sido apodado históricamente como el “Papa Negro”) o a tiempos oscuros y turbulentos para la Iglesia y la humanidad.
La combinación de luto, misterio y presagios antiguos ya ha encendido el interés de creyentes y escépticos en las redes sociales.
En medio del duelo, el mundo observa con expectativa la elección del nuevo líder de la Iglesia Católica, bajo la sombra de un vaticinio que, como muchos escritos de Nostradamus, deja más preguntas que respuestas.
