Tecnología
Durante una fuerte lluvia, desconecte este electrodoméstico de inmediato para evitar un incendio en casa
El agua y la electricidad son una combinación peligrosa que puede generar tanto fallos técnicos como graves riesgos de seguridad.


En la vida cotidiana, los electrodomésticos desempeñan un papel esencial en la comodidad y eficiencia del hogar. Desde refrigeradores hasta microondas, pasando por aspiradoras, lavadoras y aires acondicionados, estos dispositivos están diseñados para operar en entornos relativamente controlados.
Sin embargo, no todos responden de igual manera ante la exposición al agua o la humedad, especialmente durante episodios de lluvia. Comprender por qué algunos de ellos son más resistentes que otros ante condiciones climáticas adversas y conocer la importancia de adoptar medidas preventivas resulta clave para preservar su seguridad y prolongar su vida útil.
Ciertos aparatos, en particular aquellos destinados al uso en exteriores o en zonas húmedas como patios o jardines, están fabricados con materiales resistentes al agua y equipados con sistemas de sellado que protegen sus componentes eléctricos internos. Sin embargo, esto no significa que sean completamente inmunes a la lluvia.

La mayoría tolera apenas niveles moderados de humedad o salpicaduras, pero una exposición prolongada o una inmersión puede generar daños graves. Además, el desgaste progresivo de sellos y materiales aislantes puede disminuir su capacidad de resistencia, convirtiendo un equipo aparentemente seguro en un riesgo latente.
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Pese a ello, pocos usuarios identifican con claridad cuáles son los electrodomésticos que deberían desconectarse durante la temporada de lluvias. De acuerdo con información analizada por el chatbot de inteligencia artificial ChatGPT, uno de los equipos más vulnerables, aunque frecuentemente ignorado en este contexto, es la lavadora.
Este aparato, fundamental en la rutina doméstica, puede sufrir fallas severas si se mantiene conectado durante tormentas eléctricas o en ambientes con humedad excesiva. Aunque no siempre está en uso, muchas personas optan por dejarla enchufada de forma permanente, un hábito que puede acarrear consecuencias costosas.
Las lluvias intensas suelen ir acompañadas de cortes de energía, picos de voltaje y aumento de la humedad ambiental, todos factores que ponen en riesgo tanto el funcionamiento como la seguridad del electrodoméstico.
Uno de los principales peligros lo representan las sobretensiones eléctricas, dado que las tormentas pueden generar descargas que se transmiten a través de la red eléctrica. Estas subidas repentinas de voltaje son capaces de dañar componentes clave como la tarjeta madre, los sensores de nivel de agua o los motores controlados por microprocesadores.

La humedad, por su parte, representa una amenaza silenciosa. En muchas viviendas, las lavadoras se encuentran ubicadas en patios, balcones cerrados o cuartos de lavado con escasa ventilación. En estos espacios, la acumulación de humedad durante las lluvias puede afectar los circuitos internos si el equipo no cuenta con protección adecuada. En situaciones extremas, la entrada de agua por filtraciones o inundaciones puede provocar cortocircuitos, fallas eléctricas e incluso incendios.
A ello se suma el riesgo de un corte de energía durante el ciclo de lavado. Una interrupción repentina puede detener el tambor de forma inadecuada, dejar agua estancada en el interior del equipo o desconfigurar su sistema electrónico. Estos problemas no solo comprometen la calidad del lavado, sino que pueden derivar en reparaciones onerosas.
Aunque rara vez se menciona entre los electrodomésticos más expuestos durante una tormenta, la lavadora representa uno de los aparatos más susceptibles. Su desconexión, tanto del tomacorriente como de la toma de agua, debería ser parte de las medidas preventivas básicas en cualquier hogar. Esta acción sencilla no solo protege una inversión significativa, sino que también contribuye a evitar accidentes y a mantener el sistema eléctrico doméstico en óptimas condiciones.