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¿Cuándo es momento de cambiar la lavadora? Estas siete señales lo indican
Ignorar estos signos puede llevar a un mayor consumo de energía, daños a la ropa e incluso riesgos de seguridad.

La lavadora es uno de los electrodomésticos más indispensables del hogar moderno. Nos ahorra tiempo, esfuerzo y garantiza que nuestra ropa esté limpia y fresca. Sin embargo, como cualquier aparato, su vida útil tiene un límite. Aunque muchas personas optan por seguir reparando su lavadora antigua una y otra vez, hay señales claras que indican que es hora de considerar un reemplazo. Ignorar estos signos puede llevar a un mayor consumo energético, daños a la ropa e incluso riesgos de seguridad.
A continuación, siete señales clave que indican que ha llegado el momento de cambiar su lavadora:
1. Ruidos inusuales o fuertes durante el funcionamiento
Si su lavadora comienza a emitir ruidos metálicos, chirridos, zumbidos intensos o golpes durante el ciclo de lavado o centrifugado, puede ser una señal de que hay componentes internos desgastados o sueltos. Aunque en algunos casos puede tratarse de un problema menor (como un desequilibrio en la carga), los ruidos persistentes suelen advertir fallas más serias en el motor, los rodamientos o el tambor.
2. Fugas de agua constantes
Las fugas pueden tener muchas causas: una manguera rota, un sello defectuoso o incluso una grieta en el tambor. Si ya ha intentado reparar el problema sin éxito, o si las filtraciones son recurrentes, podría enfrentarse a un daño estructural que no justifica el costo de reparación.
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3. Vibraciones excesivas o desplazamiento de la máquina
Todas las lavadoras vibran un poco, especialmente durante el centrifugado. Pero si su máquina tiembla de forma violenta, se “mueve” sola por el piso o hace un ruido fuerte al girar, puede haber problemas con la nivelación, los amortiguadores o los muelles de suspensión. Estas fallas no solo afectan el funcionamiento, sino que también pueden dañar el suelo o los objetos cercanos.

4. Olores desagradables persistentes
Un mal olor que no desaparece ni con limpieza profunda puede deberse al crecimiento de moho o bacterias en partes internas que no son accesibles, como las tuberías o el tambor interno. En algunos casos, estos olores se transfieren a la ropa. Si el olor regresa poco después de cada limpieza, podría ser momento de considerar un nuevo aparato.
5. Ciclos de lavado incompletos o mal funcionamiento electrónico
Si su lavadora se detiene a mitad del ciclo, no centrifuga, no llena de agua correctamente o deja la ropa empapada, probablemente hay fallas en el sistema electrónico, sensores o la placa de control. Estos componentes suelen ser costosos de reparar o difíciles de reemplazar, especialmente en modelos antiguos.
6. Mayor consumo de energía o agua
Las lavadoras modernas están diseñadas para ser mucho más eficientes. Si nota que sus facturas de agua o electricidad han subido sin razón aparente, su electrodoméstico podría estar funcionando con menor eficiencia. Cambiar a un modelo con etiqueta de eficiencia energética (como los clasificados A+++ o similares) le ayudará a ahorrar dinero a largo plazo.
7. Reparaciones frecuentes o costosas
Si ha tenido que llamar al técnico varias veces en el último año, o si el costo de reparación se acerca al precio de una lavadora nueva, lo más recomendable es invertir en un modelo más confiable y moderno. Además, los repuestos para modelos antiguos suelen ser más caros o difíciles de encontrar.