Ciencia
Comprobaron científicamente cuál es el “resplandor” que pierde el ser humano al morir
Investigadores observaron un fenómeno luminoso ligado al metabolismo.

En este instante, sin que lo note, su cuerpo está emitiendo luz. No se trata de una metáfora ni de un fenómeno espiritual, sino de una realidad científica. Cada centímetro cuadrado de piel genera unos pocos fotones por segundo como un subproducto natural del metabolismo celular.
Esta emisión, conocida como “emisión ultradébil de fotones” (UPE, por sus siglas en inglés), es un flujo muy tenue de luz que todos los seres vivos emiten constantemente, aunque es imposible de percibir a simple vista.
Investigadores de la Universidad de Calgary y el Consejo Nacional de Investigación de Canadá lograron captar esta emisión luminosa en un experimento con ratones y plantas, confirmando la existencia de este fenómeno y su estrecha relación con la vida.
El experimento que reveló el brillo que desaparece con la muerte
El físico Vahid Salari y el científico Dan Oblak, junto a sus equipos, utilizaron cámaras digitales avanzadas con sensores EMCCD capaces de contar fotones individualmente con una eficiencia cuántica superior al 90%.
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En un entorno completamente oscuro, colocaron cuatro ratones sin pelo y registraron la emisión de fotones antes y después de la muerte.
Para eliminar variables, mantuvieron los cuerpos a la misma temperatura incluso tras la eutanasia. Los resultados fueron contundentes: la emisión de biofotones disminuyó drásticamente luego del fallecimiento, indicando que esta luz tenue está directamente vinculada con la actividad vital.
Happy to see our paper is featured on the cover of The Journal of Physical Chemistry Letters @ACSPublications, titled “Imaging Ultraweak Photon Emission from Living and Dead Mice and from Plants under Stress”: https://t.co/CcqxvnVaZf pic.twitter.com/n65V1JCa5y
— V. Salari (@SalariVahid) May 1, 2025
Además, extendieron su estudio a las hojas de árboles como el paraguas (Heptapleurum arboricola) y el berro (Arabidopsis thaliana). Observaron que cuando las hojas sufrían daños, su brillo aumentaba como parte del proceso de reparación celular.
Sorprendentemente, la aplicación de anestésicos como la benzocaína incrementaba también la emisión de biofotones, permaneciendo elevada en las zonas afectadas hasta por 16 horas.
¿Por qué brillamos? La bioquímica detrás de la luz corporal
Este resplandor no es producto de fuerzas místicas, sino de la bioquímica celular. Las mitocondrias, conocidas como las “centrales energéticas” de nuestras células, liberan pequeñas cantidades de especies reactivas de oxígeno (ROS) durante el metabolismo. Estas ROS interactúan con moléculas como proteínas, lípidos y fluoróforos, que en sus estados excitados emiten fotones.
En términos sencillos, el metabolismo humano produce estos fotones como un subproducto natural de los procesos que mantienen la vida. Según el portal científico New Scientist, la cantidad emitida corresponde a unos pocos fotones por segundo por cada centímetro cuadrado de piel, siendo el rostro la zona que más brilla, con variaciones según el ritmo circadiano.
¿Por qué nos apagamos? La relación con la muerte y el flujo sanguíneo
Michal Cifra, investigador de la Academia de Ciencias Checa, explica que el cese del brillo después de la muerte está ligado principalmente a la interrupción del flujo sanguíneo. La sangre, rica en oxígeno, es un impulsor clave del metabolismo que genera estos biofotones.

“No está relacionado con la vitalidad sistémica, está relacionado con la vitalidad del tejido ópticamente accesible”, afirmó Cifra a New Scientist, resaltando que el brillo depende de la actividad metabólica en tejidos visibles y accesibles a la detección óptica.
Aplicaciones médicas y ambientales de la emisión ultradébil de fotones
Más allá del descubrimiento, esta tecnología abre un abanico de posibilidades. “La tecnología podría usarse algún día para monitorear tejido vivo sin realizar pruebas invasivas, o monitorear la salud de los bosques desde lejos por la noche”, explicó Oblak.
Lo fascinante de la emisión ultradébil de fotones es que se trata de un proceso completamente pasivo, lo que permitiría evaluar organismos vivos sin alterar sus funciones. Además, este fenómeno parece ser universal en todos los seres vivos. “El hecho de que la emisión ultradébil de fotones sea algo real es innegable a estas alturas”, concluye Oblak.
La ciencia confirma: estamos hechos para brillar
Este hallazgo confirma algo tan poético como tangible: literalmente, todos los seres vivos brillamos, aunque no podamos verlo con nuestros ojos. Así que la próxima vez que alguien te diga que tienes un “brillo especial”, puedes responder con certeza científica que, efectivamente, todos lo tenemos. Solo haría falta una cámara extremadamente sensible para verlo.
*Con información de DW.