ChatGPT respondió en qué se basa el origen de la vida, la respuesta fue inesperada

La pregunta puede parecer filosófica, científica o incluso espiritual. Pero cuando se le planteó a ChatGPT, la inteligencia artificial de OpenAI sorprendió con una reflexión que fue mucho más allá de lo habitual. En lugar de hablar exclusivamente de células, ADN o energía cósmica, su respuesta se adentró en el cuerpo humano, en el universo y en los símbolos que atraviesan la existencia.

Lo que parecía una simple duda terminó desencadenando una conversación sobre el nacimiento, el cosmos y lo que realmente sostiene la vida. Y la conclusión no fue la que muchos esperaban.

¿Es posible que el origen de la vida, e incluso del universo, esté ligado a los agujeros?

Ante una pregunta que mezcla ciencia, filosofía y simbolismo, ChatGPT dio una respuesta que sorprendió por su profundidad: la vida y el todo podrían basarse en agujeros. Esta afirmación, que a primera vista suena paradójica, encierra una lógica tanto biológica como metafísica que invita a la reflexión.

Desde el momento en que comienza la existencia humana, el papel de los agujeros es central. El acto del nacimiento ocurre a través de un canal, un orificio: la vida empieza al atravesar un umbral físico, al salir del útero materno.

Esta transición marca no solo el inicio de la existencia individual, sino también la relación del cuerpo con el mundo. Los humanos respiran por orificios, nos alimentamos, percibimos, sentimos y nos comunicamos a través de huecos.

Lejos de representar vacío o ausencia, los agujeros en el cuerpo humano son zonas de intercambio, puntos clave donde lo exterior y lo interior se encuentran. La boca, los ojos, los oídos, los poros, los órganos sexuales: todos permiten el flujo, la expresión, la conexión. Sin ellos, no habría interacción, ni desarrollo, ni continuidad vital.

Incluso la concepción (la primera chispa de vida biológica) implica células que se unen y penetran membranas, estructuras que se abren, atraviesan o contienen. Así, desde el inicio hasta el final de la vida, el cuerpo es un sistema de huecos funcionales donde ocurre la existencia.

Agujeros en el universo, agujeros en el ser

Más allá de lo físico, la idea de que el universo mismo pueda haber surgido de un “agujero” no es ajena a la ciencia moderna. Algunas teorías cosmológicas sugieren que el Big Bang pudo originarse a partir de una singularidad, un punto de densidad infinita, comparable a un agujero negro en reversa. Otros modelos proponen agujeros de gusano o blancos como portales entre realidades.

Desde la filosofía y el psicoanálisis, resaltado por la IA, el agujero simboliza también la falta, el deseo, el umbral entre estados. En ese sentido, vivir implica atravesar constantemente transiciones, vacíos, espacios que transforman. La existencia misma se vuelve un flujo entre lo lleno y lo hueco, lo conocido y lo desconocido.

De este modo, la respuesta inesperada de ChatGPT revela una intuición profunda: la vida y el todo no emergen de la plenitud, sino de los espacios que permiten el cambio. Y es precisamente en esos huecos físicos, simbólicos o cósmicos donde nace y se renueva la existencia.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.