Tecnología

Así puede identificar si un texto fue generado por un chat de inteligencia artificial

Ciertas estructuras y patrones delatan cuándo un texto no fue escrito por una persona.

5 de agosto de 2025, 1:32 a. m.
Con la IA en auge, distinguir entre escritura humana y automática es cada vez más necesario.
Identificar un texto hecho por IA es posible al analizar tono, ritmo y estilo. | Foto: Getty Images

El avance de la inteligencia artificial ha transformado la forma en que se crean contenidos escritos en medios, redes sociales y entornos académicos. Plataformas basadas en algoritmos como los modelos de lenguaje han facilitado la generación automática de textos en cuestión de segundos.

Aunque esto ha traído eficiencia a muchos procesos, también ha despertado inquietudes sobre la autenticidad de la información y el origen de los contenidos. Distinguir cuándo un texto ha sido elaborado por una IA se ha convertido en una habilidad esencial tanto para educadores como para profesionales de la comunicación.

Pistas lingüísticas que delatan a un texto automatizado

Existen ciertos patrones que pueden levantar sospechas sobre el origen no humano de un texto. Uno de los más evidentes es el uso reiterativo de conectores como “además”, “en conclusión”, “por otro lado” o “no solo”, que aportan una estructura rígida y a veces predecible. Estos elementos, aunque útiles para la redacción, suelen aparecer con demasiada frecuencia en contenidos generados por sistemas automatizados.

Operator es el nuevo asistente lanzado por OpenAI
Aunque bien redactados, los textos de IA suelen carecer de naturalidad y estilo humano. | Foto: Captura de pantalla OpenAI

Otra característica común es la construcción de párrafos extensos con escasa puntuación intermedia. Las oraciones largas y poco variadas dificultan la lectura natural y pueden evidenciar la falta de edición manual.

Asimismo, se percibe una ausencia casi total de expresiones informales, juegos de palabras o referencias culturales, lo que da lugar a una escritura impersonal y sin matices. También es frecuente la falta de una postura definida o de elementos subjetivos como el humor, la ironía o una opinión clara.

El uso excesivo de negritas en palabras clave o frases completas, sin un propósito editorial evidente, es otro recurso habitual de los generadores de texto, pensado para captar la atención de algoritmos más que de lectores humanos.

Herramientas digitales que ayudan a detectar la autoría automatizada

Además del análisis de estilo, es posible apoyarse en plataformas especializadas que evalúan la probabilidad de que un contenido haya sido generado por una IA.

Se explora el listado completo de profesiones que enfrentan un cambio significativo debido a la proliferación de ChatGPT.
El uso de conectores repetitivos y lenguaje neutro puede indicar autoría automatizada. | Foto: Getty Images

Algunas de las más citadas por investigadores y docentes incluyen:

  • Copyleaks, que ofrece detección multilingüe y análisis detallado del estilo.
  • GPTZero, utilizada frecuentemente en entornos académicos para evaluar la autenticidad de ensayos y tareas.
  • Corrector.app, que permite verificar coherencia y posibles patrones sintéticos.
  • DNG Detector, orientada a revisar publicaciones automatizadas en redes sociales y artículos de blogs.
  • Winston AI, empleada para verificar textos en contextos corporativos, educativos y periodísticos.

Estas plataformas combinan análisis semántico y estadístico para ofrecer resultados con alto grado de precisión. Sin embargo, se recomienda no depender exclusivamente de ellas, sino combinarlas con una lectura crítica del texto.

Aunque las herramientas de detección pueden ser útiles, no siempre ofrecen resultados infalibles. Algunos textos escritos por humanos pueden ser señalados como generados por IA y viceversa. Por eso, es importante tomarlas como un apoyo y no como una prueba definitiva, complementando su uso con una revisión crítica del contenido.

Detectar si un texto proviene de una inteligencia artificial ya no es una tarea exclusiva de especialistas en tecnología. A medida que estas herramientas se integran a la vida cotidiana, aprender a reconocer sus huellas se vuelve parte del nuevo alfabetismo digital.