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¿Apagar el aire acondicionado o dejarlo encendido todo el día?: el detalle clave que debe tener en cuenta para ahorrar energía en casa

El aire acondicionado es un electrodoméstico fundamental para aliviar el calor, pero su uso excesivo puede incrementar considerablemente el costo de la factura.

9 de julio de 2025, 12:53 p. m.
El consumo del aire acondicionado puede ser alto si no se siguen buenas prácticas.
El consumo del aire acondicionado puede ser alto si no se siguen buenas prácticas. | Foto: Getty Images

El final de junio llega marcado por temperaturas extremas y la primera alerta oficial por ola de calor en gran parte del país. Con los termómetros disparados, el aire acondicionado se convierte en un aliado clave para sobrellevar el bochorno, aunque también puede convertirse en un enemigo del presupuesto doméstico. Ante esta situación, conocer y aplicar pautas de uso eficiente es fundamental para evitar un incremento excesivo en la factura eléctrica, según advierten los expertos.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) insiste en que el consumo energético del aire acondicionado no depende únicamente del número de horas de funcionamiento, sino, sobre todo, del modo en que se utiliza. Más allá de encenderlo o apagarlo, lo relevante es evitar un uso errático y poco eficiente del equipo.

Uno de los errores más frecuentes entre los usuarios es recurrir a cambios bruscos de temperatura. La OCU recomienda no ajustar el termostato por debajo de los 24 o 25 grados, siempre que sea posible. Cada grado de diferencia respecto a la temperatura exterior puede representar un aumento del 10 % en el consumo energético. Por ejemplo, si en el exterior se registran 33 °C, mantener el interior a 25 °C resulta suficiente para garantizar el confort sin disparar los costes.

El consumo de energía puede impactar de forma negativa el bolsillo de los usuarios.
El consumo de energía puede impactar de forma negativa el bolsillo de los usuarios. | Foto: Getty Images

Otro aspecto clave es aprovechar la tecnología inverter, presente en la mayoría de los equipos actuales. Este sistema permite un funcionamiento continuo y autorregulado, evitando el encendido y apagado intermitente que obliga al aparato a trabajar al máximo cada vez. Según la OCU, este uso sostenido y equilibrado resulta más eficiente que encender y apagar el aire varias veces al día.

Cuándo encender el aire acondicionado y cuándo no

Encender el aire acondicionado antes de que la vivienda acumule un exceso de calor puede parecer una paradoja, pero es una estrategia eficaz. Según los expertos, activarlo en las primeras horas del día, cuando las temperaturas aún no han alcanzado su pico, permite enfriar más rápidamente y con menor esfuerzo. Mantener una temperatura estable durante el día evita tener que forzar el equipo por la tarde, cuando el calor ya es más difícil de combatir.

Durante la noche, lo recomendable es programar el apagado automático para aprovechar el descenso natural de las temperaturas. Las madrugadas suelen ser más frescas, por lo que mantener el aparato encendido durante toda la noche suele ser innecesario.

Recomendaciones para reducir el consumo

Los especialistas ofrecen una serie de consejos prácticos para reducir el gasto energético sin renunciar al confort:

  • Activar el modo ECO, si el equipo lo permite, lo que puede representar un ahorro de hasta el 30 %.
  • Mantener los filtros limpios y revisar periódicamente el nivel de refrigerante.
  • Utilizar ventiladores de techo para mejorar la circulación del aire frío.
  • Cerrar puertas y enfriar por zonas, si se dispone de un sistema con esa funcionalidad.
  • Evitar orientar el flujo de aire directamente hacia las personas, tanto por salud como por eficiencia.
  • Apagar completamente el aparato si se va a estar fuera durante varias horas, ya que incluso en modo stand-by sigue consumiendo energía.
Aire acondicionado
El aire acondicionado es común en muchos hogares. | Foto: Getty Images

Finalmente, se recuerda que el aire acondicionado no sustituye una buena ventilación. Siempre que sea posible, se recomienda ventilar en las horas más frescas del día y proteger la vivienda del calor con medidas pasivas. Bajar persianas, correr cortinas y evitar la entrada directa de sol en ventanas puede marcar una diferencia notable en la temperatura interior y, por tanto, en el consumo energético.

*Con información de Europa Press