Tecnología
Al realizar una compra con tarjetas bancarias, haga esto antes de retirarse del lugar para evitar ser víctima de fraudes
En tiempos de digitalización y pagos sin contacto, muchos consumidores olvidan la importancia de este pequeño papel que puede ser clave en situaciones imprevistas.


A diario, millones de consumidores usan sus tarjetas bancarias para adquirir productos o servicios y, tras completar el pago, muchos olvidan o simplemente ignoran el comprobante que genera el datáfono.
Esta conducta, que parece inofensiva, deja expuesta información sensible que puede ser aprovechada por delincuentes para cometer fraudes. Lejos de ser un simple trozo de papel, el ticket puede contener datos valiosos sobre la transacción que, en manos equivocadas, representan un riesgo.
Aunque las alertas móviles y los extractos digitales ofrecen cierto control sobre los movimientos financieros, el comprobante físico sigue siendo una herramienta útil y complementaria. Conservarlo permite contrastar los cargos realizados y detectar posibles errores o cobros indebidos.
Además, en caso de disputas, contar con este respaldo facilita la resolución del problema y otorga mayor seguridad al consumidor frente a prácticas irregulares.
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El comprobante de pago, ya sea impreso o enviado por medios digitales, representa la prueba formal de una compra realizada, detallando información clave como el valor total, el método utilizado, la fecha, la hora exacta y, con frecuencia, los últimos dígitos de la tarjeta.

Este documento tiene validez tanto para el comprador como para el comercio, y su importancia radica en que permite verificar que el proceso de pago se ejecutó correctamente y bajo las condiciones acordadas.
Cuando se efectúa una transacción electrónica, esta solo se completa al recibir la aprobación del banco emisor en el sistema del establecimiento. Si bien el proceso suele ser automático, existen ocasiones en las que fallas técnicas, errores en la red o mal funcionamiento del dispositivo pueden generar cobros erróneos.

En esas circunstancias, el ticket se convierte en la prueba fundamental para iniciar un reclamo, pues documenta de forma precisa lo que sucedió al momento de pagar, especialmente en entornos con alta rotación de clientes donde pueden ocurrir errores involuntarios, como digitar un número incorrecto o aplicar un monto equivocado.
Cuando el usuario conserva el ticket, tiene una base sólida para comparar lo que realmente se debitó con lo que debía cobrarse. En ausencia de este respaldo, cualquier reclamación se vuelve más complicada y menos efectiva.
También, es común que durante una compra surjan inconvenientes técnicos, como fallos en la conexión o respuestas ambiguas del sistema, lo que puede generar confusión sobre si el pago fue exitoso o no.
En estos casos, disponer del comprobante ayuda a aclarar la situación de inmediato. Más aún, si se trató de un intento de fraude o manipulación de la terminal, el ticket permite detectar irregularidades a tiempo y tomar acciones antes de que el problema escale.
Otro motivo clave para pedir este comprobante al pagar con tarjeta es la protección contra fraudes. Aunque los sistemas modernos cuentan con múltiples capas de seguridad, ningún sistema está exento de vulnerabilidades. En ocasiones, los delincuentes logran manipular terminales de pago o aprovechar distracciones para realizar cobros adicionales, duplicar transacciones o cambiar montos a último minuto.