Tecnología
Al contestar este tipo de llamadas, sea precavido porque esta modalidad de estafa podría dejarlo sin un peso en la cuenta
Esta práctica se convierte en una puerta de entrada a estafas más elaboradas, donde estas llamadas son solo el primer paso para intentar engañar al usuario y obtener información sensible.

Un incremento en las denuncias relacionadas con estafas telefónicas se ha venido registrando, colocando en riesgo la seguridad financiera de los ciudadanos. Para nadie es un secreto que, hoy en día, este tipo de estafas por teléfono han evolucionado: ya no son intentos rudimentarios, sino fraudes respaldados por tecnología avanzada que los vuelve más difíciles de detectar.
Un ejemplo de ello que afecta a las personas de todo el mundo, con un registro mayor en México, según denuncias, son las llamadas en las que, al contestar, la persona no escucha nada o la comunicación se corta de manera inmediata. Aunque pueda parecer un error técnico o una simple equivocación, detrás de este tipo de contactos puede esconderse una sofisticada estrategia de los delincuentes para acceder a la información personal y bancaria.

Al respecto, la Policía Nacional y el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) advierten que esas llamadas en las que nadie responde y se corta la comunicación al poco tiempo no son un error casual, sino una táctica empleada por estafadores para comprobar que un número está en funcionamiento.
En otros escenarios, cuando la persona contesta con expresiones como “Hola” o “¿Sí?”, los delincuentes intentan registrar la voz del usuario para emplearla posteriormente como prueba de identidad en sistemas de verificación telefónica. Por este motivo, los expertos recomiendan esperar a que el interlocutor hable primero o iniciar la conversación con palabras distintas que no impliquen una afirmación directa.
La modalidad de estafa que usan los delincuentes es robocalling que, de acuerdo con el sitio web Xataka, se trata de un método basado en sistemas de marcación automática que permite generar miles de llamadas en muy poco tiempo. Su propósito inicial suele ser confirmar qué números telefónicos están en uso y, una vez verificados, esos contactos se almacenan como válidos.
Posteriormente, los registros pueden destinarse a diferentes fines, como la difusión de publicidad, campañas políticas, recordatorios de servicios o encuestas. Sin embargo, en manos de delincuentes, esta práctica se convierte en una puerta de entrada a estafas más elaboradas, donde la llamada automática es solo el primer paso para intentar engañar al usuario y obtener información sensible.

¿Cómo evitar este tipo de llamadas?
Una de las medidas más recomendadas para reducir el impacto del robocalling y de las llamadas comerciales no deseadas es inscribirse en la Lista Robinson. Este registro permite retirar el consentimiento previamente otorgado a las empresas para contactar con fines publicitarios, y las compañías están obligadas a consultarlo antes de realizar cualquier llamada.
Aunque la inscripción no garantiza el fin absoluto de estas prácticas —pues siempre existen entidades que incumplen la normativa— sí representa una herramienta eficaz para disminuir de manera significativa tanto las robollamadas como otros intentos de publicidad telefónica invasiva.