Tecnología
Aire acondicionado y ventilador: así es la abismal diferencia en el consumo de energía
Los dos aparatos funcionan de maneras muy distintas, lo anterior se refleja directamente en su consumo de electricidad.

Cuando se trata de refrescar el ambiente en zonas de alta temperatura, muchas personas se preguntan cuál es la mejor opción entre un aire acondicionado y un ventilador.
La elección entre ambos no solo influye en el confort, sino también en el consumo energético.
Diferencias en consumo de energía
El aire acondicionado y el ventilador funcionan de maneras muy distintas, lo cual se refleja directamente en su consumo de electricidad. De acuerdo con análisis de inteligencia artificial, un aire acondicionado típico tiene una potencia que oscila entre los 1.000 y 3.000 vatios (1 a 3 kilovatios), dependiendo del modelo, el tamaño de la habitación y la configuración del aparato.
En cambio, un ventilador promedio —ya sea de techo, de pedestal o de escritorio— suele tener una potencia mucho menor, entre 40 y 75 vatios.
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De acuerdo con el mismo análisis, esto significa que, por cada hora de uso, el aire acondicionado puede consumir entre 20 y 70 veces más energía que un ventilador. Si se utiliza durante varias horas, el impacto en la factura eléctrica puede ser considerable, especialmente en épocas de altas temperaturas.

Diferencias en capacidad de enfriamiento
Otra diferencia importante es la forma en que enfrían el ambiente. El aire acondicionado no solo mueve el aire, sino que lo enfría activamente y en muchos casos también reduce la humedad, ofreciendo una sensación de frescura real. Es ideal para climas muy calurosos o húmedos, donde un ventilador por sí solo no resulta suficiente.
El ventilador, por su parte, no baja la temperatura del aire; simplemente lo mueve. Esto genera una corriente que acelera la evaporación del sudor en la piel, creando una sensación de frescor. Es eficaz para mantener el confort en temperaturas moderadas, pero no enfría el ambiente como tal.
Uso práctico y duración
En la práctica, debido a su bajo consumo, el ventilador se puede usar durante muchas horas sin un impacto significativo en la factura eléctrica. Algunas personas incluso lo dejan encendido toda la noche. En cambio, el aire acondicionado, por su alto consumo, suele usarse por períodos más limitados o con temporizador, para evitar un gasto excesivo.
Cuatro recomendaciones para el uso del aire acondicionado
1. Ajustar la temperatura adecuadamente
- Lo ideal es mantener el aire acondicionado entre 24 °C y 26 °C durante el verano.
- Cada grado menos puede incrementar el consumo energético entre un 6 % y un 8 %.
2. Utilizar el modo “eco” o “ahorro de energía”
- Este modo mantiene una temperatura estable sin forzar continuamente el compresor, lo que reduce el consumo eléctrico.
3. Programar el equipo con temporizador o apagado automático
- Conviene configurar el aire acondicionado para que funcione únicamente cuando sea necesario (por ejemplo, que se apague durante la madrugada).
4. Asegurar un buen aislamiento del ambiente
- Es importante cerrar puertas y ventanas al utilizar el aire acondicionado.
- El uso de cortinas, persianas o burletes ayuda a evitar el ingreso de calor desde el exterior.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.