En sus 22 años de funcionamiento en Colombia, Best Buddies ha logrado abrir más de 1.500 plazas de empleo, una hazaña en un país en el que el desempleo de la población con discapacidad ronda el 80 por ciento, de acuerdo con las cifras de esta entidad sin ánimo de lucro.

Alejandra Arenas, una mujer que convirtió su historia personal en una causa colectiva

Con una resiliencia inquebrantable y una década al frente de Best Buddies Colombia, Alejandra Arenas transforma vidas al abrir oportunidades de empleo y dignificar a personas con discapacidad intelectual.

Redacción Semana
27 de junio de 2025

Es testigo de que todas las pruebas de la vida traen un propósito. Su primera hija murió y además tuvo dos embarazos fallidos, bebés que, de haber vivido, tendrían discapacidad intelectual.

Abogada de la Universidad Sergio Arboleda y madre de dos hijos de 20 y 23 años, con experiencia tanto en el sector público como en el privado, encontró en el ámbito social su verdadera vocación.

Desde hace más de una década llegó a la dirección ejecutiva de Best Buddies Colombia, capítulo local de esta organización internacional dedicada a la inclusión de personas con discapacidad intelectual. Al leer los estatutos de la fundación, descubrió que su fecha de constitución es la misma en la que murió su hija, y así les encontró sentido a las dolorosas experiencias que había vivido.

En sus 22 años de funcionamiento en Colombia, Best Buddies ha logrado abrir más de 1.500 plazas de empleo, una hazaña en un país en el que el desempleo de la población con discapacidad ronda el 80 por ciento, de acuerdo con las cifras de esta entidad sin ánimo de lucro.

“Somos testigos y facilitadores de cambios de vida completamente transformadores. El trabajo dignifica. El sentirse útiles y productivos no puede estar vedado a nadie”, enfatiza la directora antes de señalar que las personas con síndrome de Down o dentro del espectro autista suelen ser las últimas consideradas para un empleo. Esto, debido al prejuicio de que no pueden aportar valor a las organizaciones.

Una sola oportunidad laboral tiene el poder de transformar a una familia entera, agrega, pues en muchos casos el ingreso de ese “amigo del alma” –como denominan en la organización a las personas que acompañan– es el único fijo dentro del hogar.

La entidad cuenta, además, con una escuela de educación informal, diseñada para fortalecer las habilidades socioemocionales de sus beneficiarios y mejorar así su proyección laboral.

Quiere llegar a muchas más personas. “Me gustaría ver crecer las cifras. Anhelo que en cada compañía haya un amigo del alma”.

Su meta para este año es pasar de 700 a 1.000 personas con contrato directo. Cuando se le pregunta por su mayor fortaleza, responde sin dudar: la resiliencia. “He sabido sobreponerme a las pérdidas, darles un significado y encontrar propósito en medio del dolor.

No me siento víctima de la vida. Me siento afortunada, feliz con lo que hago”, afirma una mujer que, casi sin darse cuenta, cumplió su sueño de tener una familia gigante.

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